
«Los mártires de Gorcum fueron beatificadas por el papa Clemente X en 1673 y canonizadas por Pío IX el 29 de junio de 1865. Su festividad se celebra el 9 de julio, fecha de su muerte»
Esa fecha nos conduce tristemente al hecho sucedido sobre los conocidos como “Los mártires de Gorcum”, un grupo de diecinueve religiosos católicos asesinados ese día en la ciudad holandesa de Gorcum a manos de los criminales mendigos del mar, “gueux de mer”, contemplados con simpatía por la cinematografía cuando se trataba de simples criminales descontrolados que inicialmente fueron vistos con buena cara por su enfrentamiento contra los católicos pero que luego demostraron ser unos asesinos que atacaban cualquier presa que se les pusiera a tiro.
En 1572, durante el desarrollo de la Guerra de los Ochenta Años en que las provincias rebeldes holandesas mantenían contra España, la iconoclasia se extendía por las Diecisiete Provincias de los Países Bajos; la lucha entre luteranos y calvinistas mantenía el territorio en un estado de brutalidad e intransigencia con la libertad de culto religioso. En abril de 1572 los “mendigos del mar”, piratas calvinistas holandeses, que se identificaban con una medalla en forma de media luna que se colgaban al cuello en la que ponía “antes turcos que papistas”, tomaron Brielle, Flesinga y otras ciudades de la zona, hasta entonces en poder de la corona española. En junio, Dordrecht y Gorcum cayeron también en sus manos regándose de sangre sus calles.

En Gorcum las víctimas fueron: San Nicolás Pick o Pieck, franciscano; Jerónimo de Weert, vicario; Teodoro de Eem, de Amersfoort; Nicasio Janssen, de Heeze; Willehald de Dinamarca; Godofredo de Melveren; Antonio de Weer; Antonio de Hoornaert; Francisco van Rooy; Padre Guillermo; Pedro de Assche, lego; Cornelio de Wyk by Duurnstende, lego; Fray Enrique, novicio; Juan de Oisterwljk, agustino; Pontus van Huyter, administrador de la comunidad. A estos quince se añadirían más tarde otros cuatro: Juan de Hoornaer, llamado Juan de Colonia (santo), dominico; Jacobo Lacops de Oudenaar, norbertino; Adrián Janssen de Hilvarenbeek y Andrés Wouters de Heynoord.
Una vez fueron torturados en la prisión de Gorcum entre el 26 de junio y el 6 de julio fueron trasladados a Brielle. Al día siguiente, el sanguinario Guillermo II de la Marck, líder de los “mendigos del mar”, ordenó su tortura e interrogatorio. Durante el martirio fueron conminados a apostatar de su Fe Católica y a renegar de su obediencia al Papa, a lo que ellos se negaron en redondo; sólo Pontus van Huyter y Andreas Wouters accedieron, librándose así de la muerte. Guillermo de Orange envió una carta en la que instaba a las autoridades competentes a liberar a los religiosos, pero la misiva llegó después de que hubieran sido torturados y ejecutados el 9 de julio de 1572.

Las víctimas fueron beatificadas por el papa Clemente X en 1673 y canonizadas por Pío IX el 29 de junio de 1865. Su festividad se celebra el 9 de julio, fecha de su muerte. Su historia fue recogida por Guillermo Hessels van Esten en su «Historia Martyrum Gorcomiensium» publicada en Douai en 1603.