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Pedro Sánchez, además de un pésimo jugador del gran Estudiantes, rompe el PSOE y España. Por Nacho Rodríguez

Quién iba a decir que hay que dividir al PSOE en dos partes. Una, endemoniada pero democrática y con sentido de Estado, esto es, los González, Almunia y Rubalcaba, en definitiva españoles, y la otra, la nueva, a partir de Zapatero y que hoy lidera Pedro Sánchez, un sectario que ha pervertido todo lo que nos unía, y ha acabado con la Concordia de todos los españoles.

Con la boca llena de xenofobia y hasta con los pelos… De la Bernarda. Por Manuel Artero

Los comunistas trasnochados, disfrazados de morado en España, y un montón de socialistas hijastros de la ética superior de la izquierda española se hacen hoy la víctimas en aras de la sacrosanta libertad, y así, denuncian ataques “machistas” de «xenofobia» o «fascismo» a cualquier razón opuesta a su sectaria utilización de la historia

Gracias Policarpo, salmantino y español ejemplar, el Archivo de Salamanca nos une. Por Nacho Rodríguez Márquez

Mientras gran parte de la sociedad española aborrece de los inútiles políticos que no han querido poner en marcha la maquinaria del país y otra preocupada por los resultados de la Liga Europea de fútbol, aunque tal vez se mezclen, otro pequeño grupo de españoles esta luchando para salvaguardar el Archivo de Salamanca, vilmente robado por la Generalidad catalana, con la inacción del Gobierno de la Nación.

Julio Rodríguez: La metáfora perfecta de la traición, la vida franca y la hipocresía. Por Nacho Rodríguez Márquez

Siempre he pensado que la traición es el peor de los pecados, salvo matar. Es un acto que he llevado peor incluso que el robo. La quiebra de la confianza y la amistad me enerva y desazona. Por eso la actitud del ex JEMAD, Julio Rodríguez, me saca de quicio. Pensar que este elemento haya tenido el mando, después del Rey, de las Fuerzas Armadas españolas, con sus incontables secretos de máximo nivel, es realmente alarmante.

El paréntesis en la E de España del PSO (E) de Sánchez, Iceta y demás traidores. Por Nacho Rodríguez Márquez

Puigdemont, Rahola, Laporta, el Jefe de los Mossos
el desprecio de los catalanes separatistas hacia el resto de los españoles es enorme

«A estos totalitarios no parecen importantes los siglos de unión que han llevado a España a alcanzar enormes cotas de prosperidad. Son insolidarios, felones, mentirosos y traidores»

Está comprobado que el desprecio de los catalanes separatistas hacia el resto de los españoles es enorme. A estos totalitarios no parecen importantes los siglos de unión que han llevado a España a alcanzar enormes cotas de prosperidad. Son insolidarios, felones, mentirosos y traidores. Pero no es necesario ser independentistas para demostrarlo, pues un partido constitucionalista como el PSO (E), da cumplidas muestras a diario de su espíritu felón como así hizo en la década de los treinta del siglo pasado.

Sánchez y los separatistas
el PSO (E), da cumplidas muestras a diario de su espíritu felón como así hizo en la década de los treinta del siglo pasado

«En aquellos convulsos tiempos, los socialistas dejaron de lado su E de España para convertirse en radicales antipatriotas y traidores a la paz de su país»

En aquellos convulsos tiempos, los socialistas dejaron de lado su E de España para convertirse en radicales antipatriotas y traidores a la paz de su país. Más tarde, ha habido lideres como Felipe González y Guerra que abandonaron esa postura, pero tras el desvarío zapaterista, ha llegado Sánchez, el que dijo que no es no, y que en el gobierno ha hecho bueno a Zapatero, pues su postura de entrega ante el separatismo es evidente, tratando de seguir en el gobierno con el apoyo de esas formaciones separatistas.

Y qué pena de barones socialistas, callados y calentitos en sus poltronas. Por eso este PSOE sin la E de España pierde cada vez más escaños, pues sus votantes se han percatado de su perversidad, socialistas que quieren seguir siendo españoles. En las próximas elecciones volverán a castigarle. Lo mejor para el PSO (E) será quitar definitivamente ese paréntesis en la E que anquilosa sus expectativas. Para eso es necesario que expulsen a ese galán de cine de películas con final triste.