Él no era sin duda luz de nada y menos de luciérnaga, pero veía como su alma parpadeaba con los sentimientos de antaño.
La noche de las luces de la lejanía. Por Rodolfo Arévalo

www.lapaseata.net
Él no era sin duda luz de nada y menos de luciérnaga, pero veía como su alma parpadeaba con los sentimientos de antaño.
Lo normal es que cada uno de nosotros compongamos un estereotipo de nosotros mismos. Se basa, precisamente, en los recuerdos bien seleccionados.