«Al castillo Cawdor se le ha relacionado siempre con la tragedia literaria de William Shakespeare «Macbeth»
Leyendas escocesas: El castillo Cawdor, Macbeth y la batalla de Culloden. Por Mercedes Ibáñez

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«Al castillo Cawdor se le ha relacionado siempre con la tragedia literaria de William Shakespeare «Macbeth»
Lo único que puede dotar de sentido a este largo caminar es ser consciente de que no estamos aquí para dejar una impronta.
El honor es lo que nadie puede darte ni nadie puede quitarte… es un regalo que el hombre se hace así mismo y crece dentro de ti y te habla
El cuadro Miranda – La tempestad de John William Waterhouse está inspirada en una de las últimas obras de William Shakespeare.
Domingo y comenzamos la mañana con una obra titulada Romeo y Julieta de un joven ilustrador y diseñador gráfico, Sergio Cupido.
Ofelia, una de las más conocidas obras de MIllais es también de las más representativas de la Escuela Prrerrafaelita y reproduce el momento del tránsito.
Dejen de leer. Miren a su alrededor, busquen algo o alguien, al alcance de su vista, por lo que merezca la pena estar aquí y ahora.
El libro «Relaciones», de Antonio Pérez del Hierro es uno de los pilares de la Leyenda Negra contra España que ha perdurado hasta nuestros días
Station Eleven es la historia de la peor pandemia pero termina creando una idea de reconstrucción en la que el arte y la literatura son claves.
la angustiosa sensación que siento cuando me topo de frente, incluso cuando intuyo que tengo delante a un cobarde, a alguien tan débil y tan poco generoso que exhibe la cobardía con sus hechos o con sus palabras
Quizás la historia de amor más famosa de todos los tiempos es Romeo y Julieta, obra del dramaturgo inglés William Shakespeare, pero en Escocia también existen relatos que encandilan a todo romántico empedernido. A través del cine y de películas como “Braveheart” o “Rob Roy” conocimos historias que entremezclaban la guerra y el amor, pero una de las más increíbles es al mismo tiempo la más desconocida, se trata de “Sweetheart Abbey”, una oda al romanticismo tan real como la vida misma.
Dicen, que dijo William Shakespeare: «Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor». HONOR, concepto y valor que desgraciadamente está muy en desuso en los tiempos que vivimos. A menudo reflexiono y me entristece esa pérdida de valores que moraron en el corazón de los hombres de otras épocas. Dichoso aquel que en algún momento de su vida ha actuado con HONOR.
Cuenta la leyenda que al salir de Granada camino del exilio, Boabdil volvió la cabeza para ver su querida ciudad por última vez y lloró, escuchando a Aixa, su madre, decir: “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre
Ni una palabra, ni un pensamiento que añadir. Basta con leer a «El bardo de Avon«, el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal. Basta con leer a Shakespeare.
«Morir…, dormir; no más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir…, dormir! ¡Dormir!… ¡Tal vez soñar! ¡Sí, ahí está el obstáculo! ¡Porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte, cuando nos hayamos librado del torbellino de la vida! ¡He aquí la reflexión que da existencia tan larga al infortunio! Porque ¿quién aguantaría los ultrajes y desdenes del mundo, la injuria del opresor, la afrenta del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete? ¿Quién querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo, después de la muerte, esa ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno, temor que confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros que desconocemos?«
(Fragmento de «Hamlet» de William Shakespeare)
¡Buen día para todos!