
Acabo de oír, y escuchar, a un portavoz de Potemos, Ramón Espinar. Dan miedo…
En cuanto uno de los periodistas le ha empezado a plantear preguntas incómodas, que revelan que algo huele mal en su partido político, les ha descalificado y ya puestos, también a todos los que critican a su formación. Dios coja confesada a la pobre libertad de expresión si esta gente llega a tener el BOE en sus manos.