Hoy, me ha hecho muy feliz hablar con el Congo, con mi sobrinita Mónica. ¡Qué bonita, lista, trabajadora y valiente!
Con mi hija, apenas he tenido tiempo esta mañana… Vive en Bruselas, París y la Haya (de momento). Viaja el mundo. Mañana Washington, y así… Trabajando sin parar, y a solas muchas veces. Haciendo y deshaciendo, cuando hay “tiempo”, que no es siempre, maletas y más maletas. Los climas en nada se parecen, ya saben…
Nuestros jóvenes, los brillantes, andan azotados por el mundo porque en su país no tienen futuro y en el mundo son recibidos como corresponde a sus méritos y categoría: humana e intelectual.