
Leo con estupor y vergüenza, pero no asombro, que el gran Javier Fernández, uno de los mejores deportistas españoles y pionero en el patinaje artístico, no fue recibido por nadie, aficionados, familia, o directivos, en el aeropuerto de Barajas a su regreso a España.
Eso solo está reservado a los futbolistas, que parecen gozar , en muchos casos injustificadamente, del aplauso un tanto enfermizo de los aficionados.
Pero, yo que fui comentarista en TVE de , en aquel momento, ignoto deporte, jamás me planteé que algún día un español de Madrid, iba a ser el mejor del mundo. Lo cierto es que tiene tanto talento que le sobran los aficionados para vitorearle,se basta con su energia y calidad para asombrar al mundo entero. Como Rafael Nadal. Las histerIas colectivas se las dejamos, en España, para los futbolistas
Es una auténtica vergüenza.
Y hay que ser muy bueno para vencer en esa disciplina del deporta de invierno a rusos y escandinavos.