
Hay que tener cuajo Irene Montero para aparecer como la novia de Pablo Iglesias y acudir al Congreso donde va a hablar el Presidente de México con una camiseta pidiendo la libertad de una detenida indigenista, y esto lo hace alguien que pertenece (y vive de) una organización que no ha tenido nunca la decencia de reconocer que su amo venezolano tiene presos políticos y mucho menos de reclamar su puesta en libertad y el respeto al resultado de unas elecciones que, aún con todas las trampas del poder, ganó la oposición.
«Hay que tener cuajo como Irene Montero para acudir al Congreso con una camiseta pidiendo la libertad de una detenida indigenista»
Por cierto, se ha hablado mucho estos días del desalojo de Errejón y sus seguidores a posiciones de «menos visibilidad» parlamentaria, pero a mi me parece mucho más significativo el alejamiento de la Bescansa. Una purga en toda regla por no haberse alineado con el mandamás besucón. En Podemos no se acepta la clausula de conciencia. ¡Y estos son los que iban a hacer política de otra forma.!