
«¡Ah que ese chapapote no será el nuestro! Es el precio del tomate y de su cara y ciega ideología»
Lo importante en la comunicación no es lo que yo pueda o intente decir, si no lo que tu entiendas, querido lector, con la lectura de mis pobres palabras. La trampa del significado y su herencia cultura, de las ideologías y la comunicación.
En mi antiguo oficio del periodismo sabíamos que los ecologistas y los políticos eran una fuente de información pobre y sectaria. Sin datos contrastados. Luego estaban los de las ONG,s. Y el bronce se lo llevaban los sindicalistas y todos los recién licenciados en Asistencia Social que estaban enchufados en las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. !Que caterva de presuntuosos! Bueno, creo recordar también que si lo sindicalistas eran liberados, competían con el oro por su desvergüenza.
Ahí está el tema de la energía y la tarifa eléctrica, por ejemplo, que ni el gobierno reformista de Rajoy, le mete mano. El alquimista social, el inútil Zapatero que en estos momentos puede embarcar de nuevo hacia Venezuela para ganar un pastón por una conferencia sobe economía, cosas mucho peores ha hecho, apostó en el preciso momento que no se levantó ante la bandera de Estados Unidos por las desalinizadoras y las energías renovables. De nucleares nada que nada. Y hoy, catorce años después, con la sequía siempre a la puerta de casa y las tarifas eléctricas con un problemón de narices. ¿Qué ha pasado en España con el debate de las nucleares? Pura ideología cara y ciega. ¿Sabes, querido lector cuántas atómicas tienen los franceses cercanas a nuestras fronteras? ¿Y que pasará con el petróleo marroquí cuándo chapapotee el paraíso turístico de Fuerteventura? ¡Ah que ese chapapote no será el nuestro! Es el precio del tomate y de su cara y ciega ideología.
Es el precio de las #giliprogreces… Así nos va.
pues es verdad, así ocurre cuando se anteponen las anteojeras de la ideología y de la demagogia al discernimiento de la realidad.
saludos blogueros (me alegro de haberlo conocido por el twitter de juan fernández)
Aquí en mi ignorancia de las intenciones reales de la clase política, quizá me perdonéis mi pregunta sin segundas ¿es que los canarios no sacarán beneficio de ese petróleo que, de momento es sólo el cuento de la lechera, pero hay que suponer que saldrá?. En mi pequeña opinión -los amigos canarios me podrán desdecir- este tipo de proyectos tan supercaros no se dejan al albur de posibles escapes, es más ensucian el mar infinitamente más otro tipo de actuaciones -como la sobrecarga de los petroleros de tráfico incesante-, quiero decir que se tomarán las precauciones y realmente todas esas garantías son las que hay que exigir y luego está la pregunta ¿Quién se beneficia de que no se haga en Canarias? Siguiendo ese rastro quizá sepamos quién manipula sin descanso…