La huelga del Taxi y el patético Mad Max que se nos avecina en el corazón de nuestras ciudades. Por Rodolfo Arévalo

Mad Max. Fury Road (2015)
Mad Max. Fury Road (2015)

«Es patético, quizás por falta de información, que los ciudadanos, dentro de ellos incluyo a las personas que viven del transporte público, no se hayan dado cuenta todavía del patético Mad Max que se les viene encima»

Es patético, quizás por falta de información, que los ciudadanos, dentro de ellos incluyo a las personas que viven del transporte público, no se hayan dado cuenta todavía de lo que se les viene encima. O los gobernantes son unos ignorantes de tomo y lomo o tienen muy mal café para no aclarar a estas personas la situación, no a estas en concreto, a muchas más de cuál va a ser el futuro inmediato que nos aguarda. Dad por acabada la era del trabajo humano, en unos pocos años, solamente trabajaran los especialistas muy cualificados en materias como economía, derecho, diseño, informática, robótica y algunos pocos artistas, trabajos que todavía podrán ser desarrollados por los primates que somos, podemos incluir aquí, por el momento, como digo todo tipo de arte, pero llegará el momento en que también serán destituidos.

La mayor parte del trabajo, y esto es algo que alguien debiera decir y anticipar para que no nos pille a todos, como ya lo está haciendo, con una mano delante y otra detrás, lo van a desarrollar los robots. De aquí a cuarenta años los humanos habrán pasado, TODOS, a la famosa sociedad del ocio que preconizaban en los años setenta y que ningún político ha tenido la precaución de prever. Claro esto es así porque se han pasado los últimos sesenta años peleando entre buenistas y no buenistas entre socialistas y liberales, etc, ¿Por qué?

Simplemente para seguir montados en el beneficio de la política como trabajo, no como asunto de gestión social y sí como carro del que coger dinero. Pues eso, Ahí tenéis los resultados a corto plazo y no será por falta de avisos, porque desde Negroponte hasta los actuales visionarios del futuro no muy lejano, como Michío Kaku se han hartado de decirlo. No hay como tener unas buenas orejeras y tirar para delante a piñón fijo, tanto izquierdas como derechas. No se si empezáis a ser conscientes de que el problema no va a retroceder y ya no será un problema de populismos de izquierda o derecha ni nada por el estilo, como muy bien dijo en un artículo en Tribuna el otro día Zoé Valdés.

El problema, es que la gente está harta, abandonada a su suerte, sin líderes a los que seguir con confianza. Los problemas han llegado al límite de aguante de las personas que ignoran esta realidad que se les hecha encima dejándolas en la miseria. Por eso sufren esos ataques de completa locura y dicen “Julepe yo, Julepe todos” y en cierto modo tiene toda la lógica. Hoy son los taxistas, pero mañana serán los trabajadores de Uber y en Francia los chalecos amarillos, y aquí y en todo Europa, los que están contra la nacionalización de inmigrantes, etc, etc, etc… Por qué, pues tan fácil de saber como pensar en el instinto de supervivencia. Siempre que hubo cambios en la manera de llevar la economía y la producción se produjeron bajas, pero en cierta manera controladas y más bien que mal el tiempo situó en otras ocupaciones a los descartados. Algunos quedaron por el camino, pero eso es ley de vida. Pero ahora las cosas evolucionan a una velocidad tal que deja descolocados a propios y extraños.

«El paro no es un problema que esté aquí para desaparecer, ha venido a decir o tomáis medidas serias o dentro de veinte años el paro será del ochenta por ciento de la población»

El paro no es un problema que esté aquí para desaparecer, ha venido a decir o tomáis medidas serias o dentro de veinte años el paro será del ochenta por ciento de la población, y sin posibilidad de sobrevivir. Yo estoy harto de decirlo, ahora les toca a los políticos tomar las medidas, que deben, muy alejadas de lo que postulan. No hay que subir ni poner más impuestos, hay que permitir la producción robótica y las empresas del sector para poner grandes impuestos no a la robotización, sino a la producción de los robots. Si una fábrica construía un coche cada media hora ahora hace diez. Ese exceso de producción de la mano de obra robótica debe revertir en impuestos hacia ese trabajo, por la cantidad de operarios que se necesitarían para hacer lo mismo. Si no, el caos estará asegurado. Y ese caos no es pacífico porque se trata de supervivencia, y con toda lógica aumentará la delincuencia, primero con robos, pero tras esto por una violencia descontrolada, que ya hemos visto en algunas zonas de Europa que producirán desorden, incendios, asaltos a supermercados y toda la parafernalia violenta que quieran ustedes adjuntar.

Se habla mucho de las pensiones, pero este tema es un juego de niños comparado con lo que se les viene encima a esta panda de dirigentes que ¿nos dirigen?. Si aún así no toman el control de la inmigración, será peor porque estarán aumentado la población en miles de personas, que lógicamente también querrán trabajar y vivir, con el agravante de que, por su religión o lo que sea, no comprenden y no participan de la democracia. Es más no quieren participar de nada que no sea su estado teocrático.

Pero para que decir nada, sí, hoy son los taxistas, mañana serán los conductores de autobuses, pasado las personas que trabajan en gasolineras, más tarde las que lo hacen en la industria, más tarde otros y así ad infinitum. Señores políticos o se lo toman en serio previendo qué medidas se pueden tomar ante este avance del paro y la detracción de ingresos de grandes nodos de la población o llevamos el camino directo a un barranco, del que no solo no saldremos sino, que nos precipitará cada vez más rápido hacia las rocas que adornan su suelo. Ustedes verán como quieren el futuro, o con gente subvencionada por serlo, o con muertos y sangre en las calles.

Y ojo ni siquiera se trata de un tema de redistribución social del capital. Que no viene al caso. Solo se trata de permitir que la gente tenga un sustento, que por otra parte permita seguir funcionando el sistema. Si no hay compradores no hay mercado, ni libre, ni de ningún otro tipo. Verán que rápido comprenden este postulado los productores, de robótica y tecnología, sujetos directos de esos fuertes impuestos.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

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