
«Los españoles aprendemos, al vaivén de las noticias, nuevos peldaños de esa descenso al infierno de las sectas destructivas que, a cada momento, protagonizan los líderes supremacistas catalanes»
En estos días de Primavera exaltada por las elecciones en Cataluña en los que los sediciosos violentos, payeses con barretina, campan a su antojo por las calles alentados por sus gurús, los españoles aprendemos, al vaivén de las noticias, nuevos peldaños de ese descenso al infierno de las sectas destructivas que, a cada momento, protagonizan los líderes supremacistas catalanes.
Unas noticias y titulares casi siempre leídos, oídos, amplificadoss, entre falsos significados de periodistas con falsa bandera en LaSexta, La Vanguardia, El País, y ese montón de medios de comunicación que en esencia están económicamente arruinados y viven gracias a las subvenciones, pero insinúan y loan, entre líneas, el oasis catalán, recalcan sus mentiras en los conceptos titulares, como el de los presos políticos, dictadura, democracia y hasta libertad de expresión, mientras alaban la luminotecnia golpista que enciende por ejemplo Ada Colau en la Ciudad Condal cada vez que habla para esa sociedad de baratillo de saldo e hipnotizada por la propaganda que propone para el futuro.

«Así nos produce vergüenza ajena la fascista Núria de Gispert, otra garrapata independentista que acaba de invitar a Inés Arrimadas a que se vaya de Cataluña»
Así conocemos los cabreos de la insufrible Rahola histriónica y garrapata independentista en TV3. Así vemos repetido al infinito ese lacito amarillo simbólico que lucen en sus solapas y que ha sido robado a las víctimas de la Espina Bífida. Así nos produce vergüenza ajena la fascista Núria de Gispert que publicó el año pasado, ¿se acuerdan? el nombre del colegio donde estudia la hija de Albert Rivera, invitó a Inés Arrimadas a que se fuera de Cataluña y ahora recibe la falsa Cruz de San Jorge.
Y así alucinamos con los miles de euros al mes que cobra del Parlamento Europeo el joven Aleix Sarri, asesor del europarlamentario Ramón Tremosa que se dedicó a engañar a través de Twitter al ex presidente Belga, el señor Di Rupo, pero que trabaja a destajo como organizador de los eventos que cada día organiza el golpista Puigdemont desde Bruselas, y que por toda esa golpista labor es asesor para asuntos internacionales del supremacista Torra. ¡Vaya nepotismo!
Piratas de origen payés con barretina que han pagado con bitcoins sus ilegales páginas web y otras vituallas golpistas para crear un estado pirata que roba a España además del dinero, la propia Ley, la Constitución y la paz social del lupanar en que han convertido a Cataluña.
Totalmente de acuerdo sr. Artero la política en general apesta. Sufrimos elementos como esta. Menos mal que un buen grupo de libre-pensadores defienden España