Breviario de anatomía política española en la que el corazón es el presidente de gobierno. Por Vicky Bautista Vidal

«No sabemos si el ciudadano debería dolerse o sentirse agradecido por mantener, a pesar de todo y después de lo visto, una considerable capacidad de asombro y anonadamiento»
No sabemos si el ciudadano debería dolerse o sentirse agradecido por mantener, a pesar de todo y después de lo visto, una considerable capacidad de asombro y anonadamiento. Igual debiera lamentarse por esa particularidad, pues estos tiempos procuran una continua sensación de malestar.
¿Quién puede quedar impune viviendo los momentos más absurdos de esta civilización? Es complicado ver avanzar la estupidez como un tsunami imparable que está ahogando o lo intenta, todo aquello que debería ser bastión y guía de las multitudes. Es la Política la primera afectada, pero le siguen de cerca otras instituciones.
«De la misma manera que en un cuerpo, los órganos que rigen la comunidad son los que deciden, protegen, gobiernan y distribuyen»
El humano siempre ha sido igual, son las circunstancias las que le procuran un mejor o peor pasar, pues, de la misma manera que en un cuerpo, los órganos que rigen la comunidad son los que deciden, protegen, gobiernan y distribuyen. En las sociedades se sigue o debiera seguirse ese orden.
El cerebro es el rey: gobernante que organiza, envía y decide. El corazón, reparte la vida y provee a todo el organismo de fluido vital, como un ministro o presidente de gobierno.
Los pulmones, aparato digestivo y demás sistemas se encargan de mantener y repartir para el pueblo (el vientre), todo el alimento, nutrientes, comodidad y supervivencia, para que esté contento y bien alimentado y el orden sea mantenido en el organismo. El pueblo es el trabajador que mantiene la construcción repartiendo en cada tierra, absorbiendo y trabajando el terreno. Y si él está satisfecho, el entramado se mantiene.
«En la anatomía de un cuerpo humano existen diferentes reinos: Mundos que conviven y colaboran todos a una para el mantenimiento general…»
En la anatomía de un cuerpo humano existen diferentes reinos: Mundos que conviven y colaboran todos a una para el mantenimiento general… ¿Es tan difícil darse cuenta de que el cuerpo humano es el patrón de toda clase de orden en el mundo y en el Universo?
Resulta que, en la actualidad, el rey (el cerebro del reino), es mantenido en «standby» y tiene limitaciones para cumplir con su cometido. No cuenta apenas con autoridad, de forma que la supervivencia empieza a fallar desde arriba.
El corazón, “presidente del gobierno” y abastecedor de la sangre vital a todas las partes del cuerpo; a veces trasplantado, solo riega aquello que le parece conveniente para él, es decir, no envía sangre a todo el organismo por igual, por lo que este sobrevive a marchas forzadas. A su vez, toda esa sangre que considera suya y que no utiliza, hincha y debilita el propio corazón al que reclaman todos los órganos del cuerpo sin ser atendidos.
» En la anatomía de un organismo sin defensas, toda clase de parásitos se infiltran, de forma que sin protección por parte de los “grandes mandatarios”, el pueblo se ve invadido»
El pueblo no recibe oxígeno, las células son incapaces de proveer todas las necesidades. Los intestinos empiezan a colapsar. Todo está espeso. Difícilmente puede procesar y eliminar lo que no recibe. En la anatomía de un organismo sin defensas, toda clase de parásitos se infiltran, de forma que sin protección por parte de los “grandes mandatarios”, el pueblo se ve invadido y atacado por hordas de invasores ajenos a la fisiología y a la salud, que buscan su supervivencia a costa del ya delicado estado del cuerpo.
A la larga, el pueblo, puede terminar revolviéndose o siendo consumido por los parásitos invasores o a causa de diferentes infecciones o enfermedades terminales que acaben con todo el organismo.
Proponemos un juego: Que cada cual, coloque a los diversos partidos en el orden que considere más lógico. Por ejemplo, Vox podría ser el hígado. Podemos, alguna válvula del corazón bloqueada y bloqueante. Psoe el corazón trasplantado con posibles síntomas de rechazo. PP los pulmones, a los que el corazón y sus válvulas no envían la sangre suficiente como para que puedan respirar con normalidad. El estómago son los sindicatos: reciben, reciben, procesan, pero no llega casi nada al pueblo.
«En este juego de anatomía política el sistema urinario y el aparato reproductor los dejo a la imaginación del lector»
En este juego de anatomía política el sistema urinario y el aparato reproductor los dejo a la imaginación del lector; pero hemos hablado de la dificultad de eliminación y sabemos que cuando hay hambre, eso de reproducirse pasa a un plano secundario.
Al no disponer el cerebro de todas sus capacidades y derechos, porque además del rey o gobernante principal es el lugar donde se encuentran todas las funciones intelectuales: Universidades, Arte, Cultura, Ciencias y Filosofía, el pueblo, no recibe tampoco alimento de ellos, así que no puede recomponerse y no tiene ni idea de donde podría venir todo aquello.
Las vísceras, no están para sensibilidades, ocupadas en sobrevivir y llevar adelante como pueden al cuerpo. El corazón y aledaños se ocupan nada más en proveerse y atesorar ese poder sanguíneo que entregan con cuentagotas. De esta forma, la sangre que debería circular se llena de coágulos y amenaza al propio órgano con una muerte por obstrucción.
Observamos entonces que la sociedad, igual que un cuerpo humano no atendido, se resiente gravemente también a causa del desorden, la estupidez, la falta de estímulos intelectuales y emocionales, la impotencia, el desconocimiento, el abandono por parte de los “órganos” que deberían ocuparse de ella, y que, por el contrario, procuran que el pueblo malviva hasta agotarse y decida revolverse, reclamando por la fuerza lo que se le debiera haber dado por ley y por justicia.