Cinismo y más cinismo para conducirnos al mausoleo de una nueva República. Por José Crespo

«La ministro Delgado guardó el protocolo en Marruecos y la vice no en el Vaticano. Vaya, vaya… en representación del gobierno español rinde honores al mausoleo de Mohamed V y Hassan II»
Vaya, vaya… La ministro Delgado guarda el protocolo en el mausoleo de Marruecos y la vice no en el Vaticano. Vaya, vaya… en representación del gobierno español rinde honores a los mausoleos de Mohamed V y Hassan II tan demócratas como ella… ¿por qué no solicita que los exhumen?
Por supuesto nada que decir de Cromwell, Robespierre, Napoleón, Mussolini, Chávez, los brutales Lenin y Stalin, Castro o Kim Jong-un, Mao o Ataturk, todos ellos con mausoleo en sus países.
En cambio en España se va a exhumar a un militar brillante como fue Franco, en posesión de la Legión Francesa, y de la Laureada de San Fernando, como los generales Batet o Rojo aunque quizá con el tremendo defecto de haber vencido al comunismo y haber impedido que España se convirtiese en una república soviética, por culpa de una guerra civil provocada por el partido socialista y decir esto no es ser franquista sino ceñirse estrictamente a la realidad.

«La editorial Renacimiento acaba de publicar un interesante libro escrito al empezar la guerra por una observadora australiana»
La editorial Renacimiento acaba de publicar un interesante libro escrito al empezar la guerra por una observadora australiana a la que los comunistas desde Público tildan de fascista y mentirosa. Me refiero a Eleonora Tennant y a su libro «Viaje por España». En él se puede leer: «La técnica comunista era casi idéntica en cada ciudad y pueblo (…)
1. Se saqueaban y quemaban las iglesias.
2. Se torturaba y asesinaba a las monjas y los curas.
3. Se saqueaban y quemaban las casas.
4. Se robaba o asesinaba (o ambos) a la gente por las siguientes razones:
a) por pertenecer a la clase alta;
b) por ir a la iglesias;
c) por ser anticomunista o por no ser lo suficientemente pro comunista.
Esas espantosas condiciones imperaban en todos los lugares hasta que las tropas de Franco tomaron la localidad». Media España, como mínimo, lo sabía, apoyó al Caudillo y esto no es franquismo, es historia, una historia que quieren cambiar resentidos y revanchistas educados en el rencor y el odio y que quieren acabar con nuestro sistema democrático y conducirnos a una nueva república.