
«El Rey es bienvenido, es la única persona de alcurnia que, junto a muy pocos más, tiene el derecho de ser bien recibido en su país»
Desde que algunas cadenas de radio y televisión han dado suelta a sus perros de presa, las noticias, cualquier noticia, es tratada de manera tendenciosa, y no, no se puede, por muy neutrales que quieran parecer los redactores aportar cierto partidismo sin que a la larga te señalen con el dedo. Si estás en un sitio, quédate y defiende tu postura. El Rey Emérito está en su patria, ¡Viva el Rey emérito! Hay que comprender por otra parte que, los alevines de informadores, cuyo bagaje histórico es apenas un instante, desde que dejaron la adolescencia y quieren labrarse un camino rápido hacia la fama de su profesión, no van a reparar en gastos, aunque sean de los que pasan factura mas adelante.
No señores, parece que en la España actual hay que tomar postura y alinearse con lo más globalista y lo más cercano a las posturas de izquierda de los actuales gobernantes y socios, aunque eso sea errar el tiro, porque nunca se sabe que depara el futuro. Es por esto que la tendencia actual de la política, la cultura, el periodismo y si me apuras hasta los postulados seudocientíficos, se apoyan en lo melifluo, en las medias verdades y en lo tragable por parte del pueblo en general.
Mientras que las manadas de violadores, apuñaladores y otros malos bichos, pueden usarse para distraer la atención de lo que importa. ¿Hay alguien capaz de decir las verdades, las realidades de las que no se puede escapar, como no sean esas que impone la naturaleza, como enfermedades y otros asuntos pegados a la piel humana. Estas se admiten porque a la fuerza ahorcan y la naturaleza no la tomas o la dejas, como las lentejas, la naturaleza te la tragas con patatas o sin ellas. Una subida de precios alucinante y sin visos de parar, por ahora. Un malestar muy generalizado en las clases medias, la amplia clase media, unos impuestos que al parecer no van a parar de subir y otras alegrías varias, como una deuda pública que llega al infinito, sino más allá.
Ojo, Gobierno no siempre sale el boleto de la feria premiado por, a veces lo abres y te sale sigue jugando, como en las verbenas. Claro que como en las ferias puede el gobierno de turno apartarse del quiosco, para no resultar responsable ni por activa, ni por pasiva de los malos efectos que estas situaciones lleven aparejadas. El tratamiento que se está dando al Rey Emérito, Su Majestad Don Juan Carlos I, es de los que causa vergüenza hasta al más republicano decente que pueda pastar por España.
Una cosa es la institución y otra los individuos y los momentos en que esos individuos están o estuvieron. Porque si de evaluar comportamientos se trata, aquí los zoon politicones se llevan los premios de rositas. Y todavía salen muchos de ellos por su cara bonita indemnes. Ojo, tened prudencia, porque el pueblo se deja engañar un par de veces pero más no. ¿Cómo puede admitirse que el Parlamento acoja a pasados personajes separatistas de dudosa imparcialidad con el Estado y con España y no se pueda de igual manera aceptar la figura de un Rey que, paro un golpe de estado en toda regla? Lo hizo, poniéndose al frente de los ejércitos y dando la orden de encerrar las tropas: “He comunicado a todas las capitanías generales que devuelvan las tropas a sus cuarteles”.
Eso se llama tener narices, ser un Rey, mientras los demás, muchos de ellos políticos, estaban cagados de miedo bajo sus asientos aquel día de real “hemicirco” en el hemiciclo. Estuve a un tris de volver a la mili que había dejado tres años antes, por un conato de golpe de estado en el que gran parte de sus señorías los diputados, salvo una excepción, se deshacían entre su ropa interior adornada de palominos. No creo que en la actualidad hubiera algunos más que entonces capaces de enfrentarse a la realidad y a la responsabilidad de su cargo. Con las normas de convivencia blandiblup que gasta el mundo y España en la actualidad, pensar en individuos capaces de marcarse una Yeltsinada sobre la carrocería de un automóvil frente al Congreso de los Diputados, arengando al pueblo, rebasaría la pura ficción, sería imposible, algo de algún olvidado universo paralelo o de un Zelenski Ucraniano.
Y claro así nos va, tanto dentro como fuera. Y sí aquí encima teniendo en cuenta que la balanza, por el mal café de algunos que quieren a toda costa romper el país, está francamente desequilibrada, vamos que si ellos caería con mucho peso a la derecha. No hace falta nombrarlos, no hay que darles el gusto de la propaganda gratuita y sí aplicarles las leyes recogidas en la Constitución. Aquí no hay medias tintas, o se está con la Constitución, sus normas y sus leyes o se esta con el enemigo de las sociedades libres y occidentales. Lo dice la Constitución votada por mi y por otros muchos millones de Españoles en el setenta y ocho. Y no, después de las vicisitudes que tuve que pasar yo mismo, estando en filas, en el peor año, del siglo pasado en España, el setenta y cinco, no me da la gana, que unos niñatos jugando a la política, puedan con perdón o sin él joder nuestro país, sus instituciones y al propio pueblo, valiéndose de su ingenuidad y falta de información.
Que los noticiarios apunten con sus dedos hacia la Luna, no la hace a esta más interesante, cuando por debajo se remueven los hilos que quieren engañar a los Españolitos confiados. Que lo sepa, Presidente del Gobierno, no admitimos compadreos de yoyoismo como animal de compañía. Reúna usted el capital que pueda, porque en Moncloa ya le van quedando tres telediarios. Por cierto no olvide comprarle un colchón nuevo al siguiente inquilino. El Rey es bienvenido, es la única persona de alcurnia que, junto a muy pocos más, tiene el derecho de ser bien recibido en su país, aunque levante escamas en unos cuantos Españoles que tienen de humildes lo que una cucaracha de cura.
Viva España, viva la democracia, viva el Rey Felipe VI y viva el Rey emérito Juan Carlos I, y al que no le guste que proponga otra cosa al voto de los Españoles. Les recuerdo que la soberanía descansa sobre el pueblo Español y no sobre otros individuos, que pueden tener más caradura, pero en absoluto más valor. Desde que algunas cadenas de radio y televisión han dado suelta a sus perros de presa, las noticias, cualquier noticia, es tratada de manera tendenciosa, y no, no se puede, por muy neutrales que quieran parecer los redactores aportar cierto partidismo y que no te señalen con el dedo aunque no seas ni por asomo la Luna.