Del antiamericanismo de los papanatas de la posverdad y el concepto de nación como debe ser

Zapatero sentado al paso de la bandera de EEUU
Zapatero sentado al paso de la bandera de EEUU. Otro de los falsos apóstoles de la merma y el antimericanismo

 

 

Cuando yo era adolescente tenía un amigo, mi mejor amigo, que vivía a caballo entre Estados Unidos de América y España. Era Cubano de origen pero Español de pasaporte, ciudadanía y corazón. Su padre había huido de cuba en el cincuenta y nueve con lo puesto y dos de sus tres hijos, la pequeña no había nacido. No es que su padre fuera millonario ni nada de eso, algo que le hiciera temer por su vida al advenimiento de Castro, pero si tenía un negocio, tienda, de venta de pintura. Viendo la que se le venía encima tomó un barco y para España que se vino. Entonces no existían tantos falsos apóstoles del antiamericanismo.

 

 

Pues bien mi amigo en aquella época siempre, que venía de ver a su familia en EEUU, volvía con alguna herramienta curiosa, como tenazas que aquí no se veían y alardeaba de que en Estados Unidos todos los productos eran mejores que en España. Y así debía de ser, puesto que no veía yo punto de comparación con lo que comprábamos aquí. Lo que sí estaba claro era que en zapatos España, los de Elda sí eran los mejores y el padre de mi amigo y él posteriormente levantaron una empresa en España de exportación de calzado Español a USA. Luego fue ampliando mercado a Hong Kong e Italia como proveedores pero Elda siempre permaneció.

 

 

El caso es que la empresa les funciona muy bien, pero llegó un momento en los ochenta en que el padre que era un empresario trabajador e incansable empezó a hartarse de la legislación laboral Española y se marchó con la empresa, empleados y todo a Miami. Allí todo fueron facilidades y con el tiempo delegó en su hijo la gestión empresarial. Se hizo grande, importaban cantidades fabulosas de producto, pero un Banco Español, con una línea de crédito que tenían contratada, les hizo una jugarreta y les dejo con el culo al aire en una operación. La empresa quebró, mi amigo trabajó durante una temporada en lo que pudo, pero al cabo de un año decidió que era hora de volver a levantar su empresa y ni corto ni perezoso dos años más tarde el negocio volvía a ir viento en popa.

«En España hay mucha gente que respira antiamericanismo y tiene un odio cerval a la forma de vida americana, competitiva, de trabajo, de esfuerzo, de no lamentarse ante el fracaso y de volver a levantar un imperio de la nada»

 

Ni que decir tiene que no volvió a trabajar con un banco Español claro está. Esto viene al caso, porque en España hay mucha gente que respira antiamericanismo y tiene un odio cerval a la forma de vida americana, competitiva, de trabajo, de esfuerzo, de no lamentarse ante el fracaso y de volver a levantar un imperio de la nada. Esto se logra ¿como?, con un espíritu altivo de supervivencia y afrontando la realidad por mala que sea. No dándose nunca por vencido.

 

 

En un país en que los vagos y mentirosos no son valorados, solo se pide que des lo que puedas dar trabajando y trabajes. Pagarás solamente el trece por ciento de tus ganancias anuales, pero eso sí, defraudar lleva irremisiblemente a la cárcel. La recompensa no está en la productividad, está en el esfuerzo y el trabajo bien hecho, en la confianza en el mercado y en los negocios. ¿Quién puede hoy buscar confianza en un inversor o en un negocio en España?, dudo que muchos, salvo que tengan proyectos garantizados ad infinitum.

 

 

Puede que una sociedad como la americana también pueda ser cruel con quién no ha tenido suerte, pero ésta, no se encuentra en los árboles, está detrás del que estudia vale para algo o trabaja bien. No necesita demostrar nada si empieza a trabajar y su resultado es bueno se queda y el propio empresario, para no perderlo le paga adecuadamente y de manera semanal. Cuantas veces me ha dicho mi amigo: “ Cuando un trabajador me llama Don, me echo a temblar porque me va a pedir aumento de sueldo, y si no se lo doy se va a la competencia”.

 

 

Pero no crean que el individuo pide mucho no, solo pide que le suban los tres o cuatro dólares que le pagan en la otra empresa de más a la semana. Se trabaja y muchas veces es el empresario, no el que despide si no el que se desvive porque no perder a un empleado bien preparado. Igualito que aquí ¿verdad? Viendo estas realidades se me abre la carne cuando aquí se pide para trabajar en el sector público de limpiador, saber la fórmula del ácido clorhídrico y demostrarlo en un examen. Ya se que estoy exagerando, pero ¡cuánto mejor sería! que en vez de denostar y envidiar un país que valora su bandera, su sociedad, sus gentes, sus costumbres y estados y en general su sistema de vida en libertad, muchos de los ignorantes que lo hacen trataran de imitar esos sentimientos, dejaríamos de tener envidia, porque no habría nadie a quien envidiar. Los odio, odio a esos papanatas del tres al cuarto y su antiamericanismo de salón.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

Artículos recomendados

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: