
En la precuela de Alien «Prometheus», Ridley Scott propone un origen nuevo para el ser humano desde la fascinación de la ciencia ficción, y durante esta semana, en ese manifestódromo en que han convertido las calles de Barcelona, en apoyo a los políticos sediciosos, que manipulando los conceptos, las conciencias y la esencia de la democracia, reclaman un país independiente, nacerá el Spañetehus.
Los golpistas quieren una España nueva y rota fascinados por la política ficción del tomar la calle y el fin de la economía del mercado, en la que los españoles seremos un nuevo hombre capaz de soportar la alta traición en aras del buenismo y la política corrección.
«El Spañetehus será un ser que cuando se levante de buen ánimo podrá ir al Parlamento para votar por la libertad infinita de la anarquía y la revolución proletaria y que, no contará con los bancos para guardar sus ahorros»
Sueñan así los golpistas con el Spañetheus, ese nuevo europeo que no tendrá que preocuparse con el trabajo, las injusticias y envites de la vida, ni alimentar a su familia porque ya no habrá familias, ese nuevo hombre que impedirá los políticos corruptos lamer las concesiones y chupar del bote. Ese nuevo ciudadano que estará subvencionado por su única esencia del existir para protestar. Ilusionado, claro está, con formar parte de las brigadas políticamente correctas de ayuda humanitaria para Cuba, Venezuela, Bolivia y su nuevo país, la nueva Cataluña quebrada.
Un ser que cuando se levante de buen ánimo podrá ir al Parlamento para votar por la libertad infinita de la anarquía y la revolución proletaria que, no contará con los bancos para guardar sus ahorros. Ladrones. Y, que recién duchadito y desayunado, propondrá todas las mañanas, en asamblea permanente, dinamitar la bolsa con los especuladores dentro. Un mutante de la ideología que se se persignará al alba rezando a Baltasar Garzón, Gordillo, Juan Luis Cebrián, Roures, Ferreras y Ana Pastor, que pasaba por allí, todo un símbolo de la nueva patria y de la libertad de expresión.
Es el nuevo spañetheus, mono, casi sexy cuando mueve sus caderas. Un poco «chick» pero que, en el rodeo, confunde la historia con la propaganda, las esencias con la basura, pero no importa porque mola, y con todo este lío de la protesta de política ficción, puede ligar con la compañera de los rizos, esa misma que acaba de proponer la gratuidad del pan y la sal.
Es que hay mucho fascista suelto ¿sabe usted? Y no como el nuevo Spañetheus…
Magnífico artículo. Refleja con gran acierto ese ser robòtico que va a solucionar todos los males del catalàn obtuso y ovejuno.