El método Ollendorff y la política española: Espero que la lección aproveche

EL MÉTODO OLLENDORFF Y LA POLíTICA
El método Ollendorff y la política

 

 

 

El método Ollendorf fue un sistema de aprendizaje de idiomas creado a fines del siglo XIX y que lleva el nombre del eminente profesor que lo creó. Se basaba en la emisión de frases cortas que incorporaban el vocabulario más usual y las construcciones gramaticales más frecuentes de la lengua a estudiar.

 

 

«El método Ollendorf fue un sistema de aprendizaje de idiomas creado a fines del siglo XIX y que lleva el nombre del eminente profesor que lo creó»

 

 

Sin embargo, de tanto simplificar y acumular en cada frase el mayor vocabulario posible, el método se convirtió en una serie de diálogos absurdos e inconexos. Lo importante en el método era la práctica, sin el menor contacto con el contenido de lo que se emitía. Así, cada alumno decía lo que le parecía y otro le respondía también de modo similar, eso sí, siempre en el idioma que se estaba aprendiendo. Véase uno de los ejemplos más famosos:

 

—¿Dónde vas?

—Manzanas traigo.

 

Este conjunto de frases incoherentes llegaba a uno de sus máximos en las que se utilizaban para el aprendizaje de los adverbios comparativos:

 

— ¿Es tu suegra más alta que mi padre?

— No, mi suegra no es más alta que tu padre, pero me he comprado una cadena para el water más larga que tu corbata.

 

Como puede comprobarse, este sistema ya no se utiliza para aprender lenguas, puesto que hay otros más eficaces —como la inmersión lingüística, por ejemplo— pero curiosamente sigue teniendo adeptos en algunos miembros de la clase política, como puede comprobarse:

 

—Vengo a pedir la independencia.

— Eso no es la Ley.
—Pero es que somos una nación de siglos, con ilustres personajes como Cervantes, Santa Teresa de Jesús y Jesucristo.
—Diálogo.
—La antigüedad de los catalanes se remonta al Cretácico, cuando los dinosaurios poblaban la tierra y en las nubes podía verse el sol. Allí apareció el hombre de Pujol, un ejemplar de escasa estatura que fundó Andorra.
—Si, son más antiguos, pero tengo un tractor amarillo que es una preciosidad.
—El color blaugrana sí que es bonito, como el que impera en nuestra tierra.
—Mi sastre es rico, pero mi hermano es grande, mire ushté.
—Quiero una separación amable.
—España hablará. 

—Pos molt bé, pues adiós.
—Espero visitarle en Soto del Real.

 

Veamos para acabar otro ejemplo, pero éste no en forma de conversación sino de texto:

 

Hola, me llamo Cocomocho y no soy español, aunque tengo un tocayo que fue Emperador. Mi pelo es más grande y feo que el suyo, pero su bisnieto se peleó con los segadores.

 

Espero que la lección aproveche.

Guillermo Emperador

Español, bajito, republicano y alopécico. Profesor de la escuela del maestro Ciruela, boticario y bloguero en Libertad Digital con el espantoso nick de “chinito”. Ahora autoascendido a Emperador de la tierra de las Mil Naciones (España, obviamente). Tengo un blog, una coneja y muchos amigos. Nunca pensé en escribir pero la vida es un camino que lleva por derroteros extraños.

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