Pongamos al descubierto la subvencionada falsedad de los payasos revolucionarios

Sentí bochorno al ver a este tipo o al de la bandera republicana sin que NADIE hiciera nada…  ¿Y si hubiera sido una esvástica?… ¿es que no pesan los más de 100 millones de muertos de las dictaduras comunistas? Pues como digo, lo que más me dolió fue el panfilismo de la señora Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, o la ausencia de un discurso de respuesta, a esta escalada de provocaciones. Escuché por la radio en Libertad Digital a la señora Rudi y la verdad es que no me resultó en absoluto convincente cuando fue preguntada, pues dando largas cambiadas, divagando por las montañas y verdes praderas de la buena educación, contestó que no había posible sanción porque «el reglamento no lo recoge»… ¡vaya usté por Dios!.. esto es lo que ocurre en este congreso buenista donde se han encargado de que toda sanción para actos delirantes, delictivos o separatista carece de sanción o pena y este es el resultado.

Hay que ser estúpido o lelo, ¡vamos! ¡ser un auténtico gilipollas!, lo que vulgarmente es un gilipuertas, y es que hay que andar agilipollado por la vida para llevar la camiseta del falso sindicalista Cañamero que se muestra aquí.

«Hay que tener mucha sangre fría, y amor al sillón por supuesto, para no levantarse abochornado ante el espectáculo de los payasos revolucionarios subvencionados y marcharse»

A ustedes lo que les ocurre, señores Diputados del reino de España, es que no tienen vergüenza, o sea que son unos «sinvergüenzas» porque hay que tener muy  mucha sangre fría, y amor al sillón por supuesto, para no levantarse abochornado ante el espectáculo de estos payasos revolucionarios y marcharse.

Yo le diría al señor de la camiseta negra y a los secuaces que nos quieren traer las delicias del marxismo-leninismo a España, idílicos paraísos donde creo que no se vota, que yo tampoco voté a tales mamarrachos, que ignoran que desgraciadamente también me representan a mí, y que sin embargo tengo que aguantaros a ellos y sus impertinencia además de su mala educación.

Recordemos que el tal Cañamero fue metido en una lista electoral gracias a que alguien de su banda se sacó el dedo del culo para señalarle y al que por supuesto tampoco votó.

A todo esto la millonaria cuarentona Bescansa, la que se presentó con su bebé en el Congreso, la que dice que los viejos votan a la derecha, se permitió amenazar en las redes sociales a la reina: «Letizia, si vas a llevar a tus hijas al hemiciclo, prepárate para una campaña de insultos y descalificaciones sin límite». Y qué decir de Pablo, Pablito, Pablete que ayer no le dio la mano al rey pero no tuvo el menor rubor de aceptar una beca de Caja Madrid de 16.000 euros, a disfrutar en Cambridge, y por supuesto sí le dio la mano al entonces Príncipe de Asturias, hoy rey de España.

Tampoco el Errejón el que gritaba en los mítines universitarios puño en alto «Chaves vive la lucha sigue» , y que como a su amigo Monedero le corrían «orinocos por los ojos» tras la muerte del criminal, a la vez que recibía dinero de una universidad española para tocarse los cojones a dos manos, mientras que tantos españoles, con familia e hijos, han de entramparse con los bancos para acabar el doctorado.
Y es que se hace cierto aquello que cuando no se arregla lo que hay que arreglar la situación sólo puede empeorar, vamos que el dontancredismo nos lleva al precipicio.