
«No señores y señoras, las cuotas son la manera de cometer injusticias que se basan en la necesidad de dar a un cierto grupo social ventajas por encima de otro»
Ya se decía en el pasado; España es diferente… Y tanto que lo es. Mucho sarao, mucha anarquía, mucha impertinencia, mucho no acatar la ley, ni siquiera las normas de tráfico, que ya es. Parece que en España, nunca aprendemos las lecciones, somos duros de mollera por eso el dicho “de cada diez cabezas españolas una piensa y nueve embisten”. Nada más cercano a la realidad. Gente válida en los partidos la hay, entre ellas multitud de mujeres, que además consiguen cargos de poder, pero suele estar escondida para evitar eso, ser embestida por las mentes prepotentes, laxas y vacías. Y menos mal, porque si fueran las de un búfalo bien escudada con cuernos, ni lo contábamos. Esto, con ser malo, no es lo peor. Lo peor es que muchas de esas mentes no se dan cuenta de que forman parte del problema y debieran dejar paso en sus partidos a la gente joven y con ideas que viene empujando.
Por otra parte el personal de a pie está hasta el gorro de que cuando sale de Guatemala lo meten en Guatepeor. De hecho cada vez que la izquierda del PSOE ha ganado unas elecciones el país ha ido casi a la banca rota; y eso sistemáticamente. Tras esto los partidos de centro o centro derecha han recuperado el nivel para una vez logrado volver a perder muchas veces por la inocencia y credibilidad de los votantes. De hecho sería terrible que si no ganarán partidos claramente de centro izquierda – derecha; como pueden ser el Partido Popular y Ciudadanos, cuando se definan bien sus posiciones en defensa de la libertad, no esa liberalidad de dejar todo en manos del mercado, si no de libre mercado con algunos efectos correctores para no caer en una sociedad egoísta e insensible; pudieran ni siquiera rozar poder en la nación, como han hecho apoyándose mutuamente los dos partidos de izquierda radical, como son el actual PSOE y PODEMOS. Esto nos llevaría, más pronto que tarde, a una sociedad de premisas Comunistas ocultas, que como en Venezuela se iría cargando la libertad del Estado de Derecho y la Democracia. Ese conato de derrumbar las posiciones libres de los poderes del Estado, ya están en grave peligro por la molesta necedad de los partidos para repartirse los cargos del poder judicial. Ese poder que debería ser independiente de los otros y de acceso limitado al escalafón de la carrera. Nada de cuartos turno o elecciones de jueces por consenso.
No siempre esta poca calidad entre los políticos es debida a que arriba, en los partidos y en casi todas partes, llega siempre la persona digamos más listilla, que no inteligente, y que tiene don de gentes. Esto no es así en todos los partidos y tampoco en todos los casos, pero se produce una gran incidencia del motivo. Por ello observamos los electores con desencanto rayano en la desidia y la apatía, y lo que te rondaré morena. Luego lógicamente hay quienes reparten derechos de igualdad a diestra y siniestra, no son conscientes de que la peor desigualdad es marcar rasero igualitario. Por poner un ejemplo: no todos pueden estudiar en el mismo nivel educativo con la misma edad, ¿por qué?, porque esto es igualmente discriminatorio, para los que pasan el nivel intelectual, los que lo cumplen y los que no lo alcanzan. El que lo pasa, desde luego, sufre un perjuicio porque no puede desarrollar toda su capacidad y el que no llega porque en esa clase se considerara el tonto del bote. Y los que ocupan la gran mayoría media serán los únicos que tengan justicia e igualdad. Aunque solo fuera por esa razón, debiera existir una separación por grupos de capacidad. Esto no quiere decir que los que no alcanzan el nivel deban ser señalados como los tontos y los que lo sobrepasan ser considerados como los listos no; simplemente están en el nivel que es justo e igualitario para ellos. Sus calificaciones serán igualitarias respecto de sus iguales y esto les ayudará a tener un concepto bueno de sí mismos. En la otra condición solo se consigue el efecto contrario o sea la no igualdad. Y por mucho que esto parezca discriminatorio, no lo es, es bastante más igualitario que querer rasar a todos por igual.
Cada uno debe tener sus posibilidades allí donde le alcancen sus facultades, tanto en el estudio como en el trabajo. Esto no ha de circunscribirse a los años jóvenes, porque lo más desigual que hay es dictar por decreto toda la vida de los hombres como hacen las sociedades Comunistas. Todos los hombres tienen el derecho de avanzar en su crecimiento personal de conocimiento y habilidades, sin ser coartados por falsas manías igualatorias trasnochadas que ponen además en boga el sistema más injusto que pueda haber en una sociedad “la famosa cuota”. No señores y señoras las cuotas son la manera de cometer injusticias que se basan en la necesidad de dar a un cierto grupo social ventajas por encima de otro y eso desde luego no tiene piel de igualitario, de facto es totalmente desigual. Señores y señoras, muchas personas de sexo, color o condición alcanzan altos niveles en la sociedad, pero esto siempre debe depender solo de su capacidad, no de cuotas que acaban con la igualdad de oportunidades.
Podríamos hablar mucho más acerca de la igualdad, pero el que no lo quiera entender, no lo entenderá. Vivimos en un mundo competitivo y bastante injusto, no lo hagamos más injusto aún asumiendo las tonterías igualitarias. Respetemos a todos los individuos por el mero hecho de ser seres humanos y démosles los recursos que cada uno necesite para desarrollarse como tal y tener unos niveles de buena vida. De ahí hacia arriba decidirá la capacidad de cada uno.