Antonio de la Torre 
«Se refiere dicho editorial a parte de la desastrosa política de Pedro Sánchez que -esto lo añado yo-, en tres meses, está haciendo bueno a su modelo al que clona»
Recibí el pasado sábado un vídeo, vía WhatsApp, en el que se reproducía un editorial del Canal 5 Radio, del que puede que hubiera recibido alguno anteriormente pero, si he de ser sincero, no conocía o no reparé en él hasta ese momento. Y he de decir que de su interés -no sólo el mío- da muestra el que me haya llegado desde otros contactos, no menos de ocho o diez veces más. Ante lo cual he decidido transcribir el grueso del mismo incorporando algunos comentarios y reflexiones.
Se refiere dicho editorial a parte de la desastrosa «política» de Pedro Sánchez que -esto lo añado yo-, en tres meses, está haciendo «bueno» a su modelo al que clona, aquel nefasto José Luis Rodríguez, cuyos más destacados hechos fueron acabar con la caja heredada de José Mª Aznar, arruinar económicamente a España por segunda vez -como hiciera tras trece años largos de gobierno su predecesor socialista, Felipe González- al tiempo que la arruinaba también socialmente por la deriva educativa que supuso la continuidad de la LOGSE, a la que dio una vuelta más con su Educación para la Ciudadanía, la implantación de la sesgada Ley de Memoria histórica y dar alas al separatismo catalán con el cumplimiento de su promesa a Pascual Maragall en 2003 «Aprobaremos en Madrid lo que venga aprobado del parlamento de Cataluña», por citar sólo alguna de sus proezas, aparte de dejar resuelto su futuro y el de inútiles sucesores estableciendo el paso al puesto vitalicio al Consejo de Estado de los inquilinos salientes de la Moncloa -objetivo primordial del susodicho que motiva este artículo- y, al menos en su caso, su Vicepresidente, la juez del cuarto turno -hija de Wenceslao Fernández de la Vega, delegado de Trabajo en Zaragoza con Franco, del que recibió la Medalla al Mérito en el Trabajo- que sin haberse puesto una toga en su vida fue además viceministra de Justicia y ahora nada menos que Presidente del citado Consejo de Estado, merced a esa ley de su patrón.
«La izquierda ha decidido, por su cuenta y sin preguntar a nadie, que el Senado, con mayoría del PP, no debe contar ni tener el poder que efectivamente tiene»
Decía este editorial que Pdr Snchz «está imitando a Maduro queriendo cerrar el Senado» y que el Partido Siempre Opuesto a España acepta «con gusto, lo que el ultraizquierdista Podemos ha propuesto al profanador de tumbas», lo que constituye sin duda «un palo a la democracia en España». Y añade que «la izquierda ha decidido, por su cuenta y sin preguntar a nadie, que el Senado, con mayoría del PP, no debe contar ni tener el poder que efectivamente tiene». Es decir la «democracia» entendida al más puro estilo bolivariano chavista: «esto no me gusta, exprópiese».
Sánchez, en esa típica política totalitaria de «al pueblo, pan y circo» -«mucho fútbol y prensa rosa», dice el editorial- para que esté «distraído», se saca como prioritario y urgente el asunto de «la profanación de la tumba de Franco en el Valle de los Caídos» porque «mientras hablen de Franco, la ciudadanía -buena parte al menos- se olvidará de los problemas reales y peligrosos como es el golpe de Estado de los dos socios». A este respecto expresa el editorialista un deseo al que me sumo «que cuando profanen la tumba de Franco les caiga encima la maldición de TutanCaudillo de España y sufran 20 años de diarreas y tos», a lo que añado que si el embalsamamiento que se hizo con el cadáver permitiera que se pudiera reconocer bien su imagen y la exhumación provocara el movimiento de alguna articulación, faltarían vías de escape en España para que estos antifranquistas de nuevo cuño, «valientes» hasta dejárselo de sobra -setenta y nueve años después de la Guerra Civil y casi cuarenta y tres del fallecimiento del Caudillo-, huyeran despavoridos, como ya intentaran hacer algunos aquel 23 de Febrero de 1981.
Hace después el editorial un relato fáctico de algunos hechos , tales como que «Podemos ya controla RTVE y por ese flanco van a controlar a la población para anularles la poca voluntad que tenía» -está siendo de récord la purga estalinista de la otrora locutora, Rosa Mª Mateo, hoy Administradora Única del Ente Público RTVE, con la que han «rodado» más de sesenta cabezas desde su llegada hace apenas un mes-; que «los partidos independentistas están ganando terreno y ya estamos viendo los primeros síntomas de que España se rompe»; habla de «enorme alarma social ante la deriva dictatorial de Pdr Snchz. Muchos intelectuales de este país consideran que es un descarado golpe de Estado. Son muchos los periódicos que comentan que el gobierno realizará una reforma exprés pactada con su socio preferente, que es el Podemos de Iglesias, para saltarse el voto del Senado sobre el techo de gasto» y remata con una pregunta realmente sobrecogedora: «¿Quién nos garantiza que Pdr Snchz no elimine el Constitucional si no responde a sus intereses?».
Hace después una reflexión para expresar su perplejidad que, en parte, comparto: «lo realmente significativo es ver al PSOE, una de las vigas maestras de la democracia española -desde la transición, en todo caso- implicado en esta subversión tabernaria de las reglas del juego», aunque yo añadiría que la «sorpresa» es mucho menor si analizamos con alguna profundidad la poca -estuvo casi más tiempo ausente (1879-1910 y 1939-1976) que presente- y trágica historia de este partido en sus casi ciento cuarenta años de antigüedad -nació el 2 de Mayo de 1879 para más inri- y sus hechos desde la llegada de su fundador, el otro Pablo Iglesias, al Congreso en 1910: «Nuestro partido respetará la legalidad si ésta nos permite alcanzar nuestros objetivos, si no actuará fuera de la legalidad»; el atentado a Antonio Maura quince días después de ser amenazado por él en el Parlamento; el golpe de Estado de 1934 en Asturias, sobre el que Indalecio Prieto reconociera en 1942 en México: «Me declaro culpable ante mi conciencia, ante el Partido Socialista y ante España entera, de mi participación en aquel movimiento revolucionario. Lo declaro, como culpa, como pecado, no como gloria. Estoy exento de responsabilidad en la génesis de aquel movimiento, pero la tengo plena en su preparación y desarrollo»; o su participación en la manipulación de las elecciones generales de 1936 y en el desgobierno del frente popular que ya sabemos a lo que dio lugar el 18 de Julio siguiente, tras el asesinato de Calvo Sotelo -el 13 de ese mes- por Luis Cuenca, guardaespaldas del antes citado líder socialista. Tras esa perplejidad, se pregunta «¿A qué está esperando el PSOE para frenar las tentaciones dictatoriales de su líder?» dejando en el aire a continuación si «¿Van a consentir los pesos pesados -Felipe González, Fernández Vara, Susana Díaz, Javier Lambán, Javier Fernández y otros demócratas que Snchz implante una dictadura en España de la mano de Podemos, sólo porque este tipo quiera vivir en la Moncloa sin pasar por las urnas?». No sé cuál será la respuesta.
«Estamos en España al borde de ser la Venezuela de Europa, con controles en la prensa, falta de libertad de expresión y represaliados por sus ideas, mientras la comunidad política española -como la europea-, mira hacia otro lado»
Lo cierto es que «Pedroucho Marx» -como alguien ha bautizado a Sánchez en las redes sociales, «Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros»-, «si alguien no lo remedia -continúa-, nos llevará a repetir la Historia. Esperemos que el Otoño caliente que se avecina no prenda la mecha porque junto a nosotros hay mucha pólvora». Algo que no pocas veces vengo repitiendo en muchos artículos y comentarios.
Coincido también con el editorial en que «Los planes y ejecuciones de Snchz son claramente inconstitucionales» y que junto con «la bazofia podemita, tienen a los verdaderos socialistas abochornados, ocultos y callados, llenos de vergüenza por lo que están haciendo», dejando sentado que el «impresentable» PabLEstalin -utiliza otro calificativo de posible alcance punitivo- «todos sabemos que nunca ha ocultado que es comunista, estalinista y antidemocrático». Y es que, continúa, «Estamos al borde de ser la Venezuela de Europa, con controles en la prensa, falta de libertad de expresión y represaliados por sus ideas, mientras la comunidad política española -como la europea-, mira hacia otro lado, limitándose a salir en algún medio de comunicación y teatralizar una indignación que, prácticamente ya, la ciudadanía de este país no creemos».
Desde ese Canal 5 Radio se pide a los muchísimos amigos que lo siguen, «abrir los ojos» y hace el llamamiento de «salir a la calle a manifestarnos», algo así como lo que hace varias semanas llevo reclamando como una #Convocatoria Por España desde mi perfil de Twitter, que vuelvo a hacer extensivo a este nuevo Partido Popular de Pablo Casado y Teodoro García Egea, que tienen la capacidad de llamada que a mí me falta.
Y en la línea que apuntaba hace pocas semanas, aludiendo al art. 61.1 de la Constitución sobre el «juramento de desempeñar fielmente sus funciones», apoyado si es necesario en el Art. 8, sobre las Fuerzas Armadas, el editorial se dirige también «al Jefe de los Ejércitos y Rey de España» pidiéndole «tomar iniciativas y terminar con este despropósito político», añadiendo que se teme que «el Rey de España está podrido por la enfermedad de la República, metiendo en casa a una conocida y reconocida republicana como es Letizia Ortiz» (sic).
Hace después un llamamiento a las FF y CC de Seguridad del Estado para que «cuando se comience a implantar en España la Venezuela de Maduro, no permitáis que os manden represaliar al pueblo. Os pedimos que estéis de nuestro lado. Os necesitamos, más que nunca. No nos traicionéis ahora vosotros. Os queremos a nuestro lado para terminar con una dictadura que en breve comenzará a pedir a la policía y militares que luchéis contra el pueblo cuando deberéis, por vuestro honor y familia, luchar contra aquellos que quieren destruir España». También vengo repitiendo desde hace tiempo el craso error que fue transferir parte de la seguridad a esos reyezuelos autonómicos separatistas y que una postura de Estado exige que sea retirada lo antes posible con la desaparición de esas policías politizadas, fundamentalmente en su jerarquía, en Cataluña y Vascongadas.
Tras añadir que «España va de cabeza a otra Guerra Civil de la mano de los más necios socialistas, comunistas, terroristas y golpistas», que «España vive bajo un golpe de Estado encubierto» y que «el socialismo español viene a demostrar una vez más lo que históricamente ha sido para este país, todo un cáncer», que «quien no lo vea está ciego», vuelve sobre el principio para incidir en que «la idea de los golpistas es que si no nos gusta el Senado, lo anulo. Si los resultados de las urnas no nos vienen bien, hago una moción de censura con los antisistema. Si no tengo mayoría, pago los medios por tenerla y compro los votos y si tengo un día que encarcelar a un oponente, lo encarcelo por decreto ley», para rematar con un grafismo duro de «barra y sin vaselina» con que «eso es lo que exportaron -supongo que quiso decir ‘importaron’- los podemitas de Venezuela y es lo que ya se está implantando en España y si no, tiempo al tiempo».
¿Qué, Sr. Gómez Bermúdez, está ya España preparada para conocer esa «tan terrible verdad sobre el 11-M» o tenemos que esperar a que esta gentuza provoque lo que está pidiendo a voces y volvamos a las andadas? ¿Se sabrá alguna vez la verdad de ese «informe falso» que al parecer el Ministerio del Interior de ZParo entregó al juez del Olmo, como denunció El Mundo en Septiembre de 2006.
En 2004 se puso en marcha la destrucción del Estado Español y lo que se pudo revertir en 2011 y no se hizo, ha permitido el segundo capítulo y puede que definitivo, antes del estallido que sin duda vendrá si no se pone pie en pared de una vez por todas.
