
«Con el tratado de Tordesillas los españoles y portugueses se repartieron el Nuevo Mundo con el papa Papa Alejandro VI actuando en labor diplomática como árbitro internacional»
«El sol luce para mí como para otros. Querría ver la cláusula del testamento de Adán que me excluye del reparto del mundo», aseguró el Rey francés Francisco I tras el tratado de Tordesillas, donde españoles y portugueses se repartieron el Nuevo Mundo con el papa Papa Alejandro VI actuando en labor diplomática como árbitro internacional.
Los dos imperios ibéricos, más tarde unidos por Felipe II de España y I de Portugal, no estaban dispuestos a compartir su herencia. Es por ello que la Monarquía francesa y otros enemigos del imperio comenzaron a financiar la expediciones piratas contra los barcos que usaban los españoles para transportar las mercancías intentando apropiarse se territorios españoles como Florida y tomando otros en el Caribe donde por cierto, hoy en pleno siglo XXI cuando el Imperio Español dejó aquellas tierras todavía existen territorios como las Guayanas e islas del Caribe donde mantienen su imperialismo Francia, Holanda, Inglaterra y los EEUU. Todo un ejemplo.

Bandera Imperial a la que, con Felipe II se añadirían las armas de Portugal
Estandarte imperial español tras el matrimonio de Juana I de Castilla con Felipe I de Habsburgo.
Escudo coronado y cuartelado:
1º y 4º contracuartelado y partido, 1º y 4º de Castilla Y León, y 2º y 3º partido de Aragón y Sicilia y entado en punta de Granada.
2º y 3º cuartelado, 1º de Austria, 2º de Borgoña Moderna, 3º de Borgoña Antigua, 4º de Brabante, y sobre el todo escudo partido, 1º de Flandes y 2º de Tirol.
Con Felipe II se añadirían las armas de Portugal.