
«Si antes de ayer el debate político en TVE fue una pena, el de ayer fue digno seguidor de la insustancialidad y de la trampa y la mentira»
Si antes de ayer el debate político en TVE fue una pena, el de ayer fue digno seguidor de la insustancialidad y de la trampa y la mentira. De verdad, me faltó VOX y eso que como he dicho yo no los votaría, pero como Dóberman de la derecha hubiera hecho un gran papel, porque estoy seguro de que el que tanto lo añoraba, Sánchez, se hubiera visto en serios problemas como mentiroso de lujo y fantasía que fue.
Un presidente que cree que todos son de su condición, o sea araneros, no ahorró ni un segundo para usar la palabra falsedad y mentira contra a sus adversarios políticos. Menos mal que confío en que los españoles sepan usar otro refrán que dice que: “Se coge antes a un mentiroso que a un cojo”. Es verdad porque los presidentes tanto del Partido Popular como de Ciudadanos le dejaron con el culo al aire todas las veces.
Efectivamente, LOS ESPAÑOLES NO MERECEN UN GOBIERNO Y UN PRESIDENTE QUE LES MIENTA, o por lo menos es lo que decían los socialistas a raíz del atentado de Atocha, siendo esto, como se ha demostrado años después una gran MENTIRA DE ZAPATERO. Ayer en el debate, Pedro, se encargó del reparto de carnets de mentirosos y demócratas, como es habitual en los que ejercen las dictadurillas de tres al cuarto. Pero ojo que detrás tuvo a su cancerbero Iglesias que, sabedor de que España no es comunista, iba de “flojáinas dialéctico” para ver si colaba un segundo engaño a sus desengañados que son en la actualidad manada porque parece que se les ha aparecido la Virgen. Lo dudo bastante, ha perdido lo poquísimo que podía haber traído de veracidad de postulados al principio cuando usurpó el liderazgo del 15-M a sus verdaderos protagonistas que estaban hartos sobre todo de la ruina moral, fiscal, laboral, de valores y de cualquier tipo en que los había sumido, no la derecha tan cacareada en el debate, si no el insigne mentiroso Zapatero que dejó a España hecha unos zorros.
«Parece que los votantes de izquierda actuales, no los de otras épocas que sería deseable recuperar, o son lelos o tienen muy poca memoria»
Parece que los votantes de izquierda actuales, no los de otras épocas que sería deseable recuperar, o son lelos o tienen muy poca memoria. Escuchan que los ricos son los que ganan más de sesenta mil euros al año, sin darse cuenta de que en la actualidad un sueldo hasta de tres mil euros, si tienes hijos puede no salvarte de clase media bajísima, o sea con tendencia a la pobreza y con una capacidad de ahorro tendente a la miseria. Pero bueno, libres son los ciudadanos que prefieren que les frían a impuestos a tener dinero en su bolsillo. Porque además los argumentos sociales que argumentaron tanto Iglesias, como Sánchez, no lo son tanto cuando las diecisiete Comunidades Autonómicas se llevan una parte enorme de esos impuestos en pagar funciones duplicadas triplicadas y hasta cuadruplicadas con las diputaciones.
Señores del gobierno central, dejen de mentir sobre esto. En España habría muchos más recursos si las nacionalidades fueran reconocidas pero sin derecho a duplicar todos los poderes del estado. Así no hay país que aguante, pero ya sabemos que la izquierda tira con pólvora y sufrimiento de los demás no de los suyos que están bien colocados. Eso sí, entre sus votantes reparten algunas migajas no sea que se les revuelvan.
En esto es maestro Pablo Iglesias que se pasó el debate convertido en monja Ursulina o de la caridad repartiendo amonestaciones a izquierda y derecha, por mal comportamiento entre compañeros. Lo malo es que todavía no ha captado que él como compañero de colegio o cualquier otro viaje es muy malo, es un creído, un elato que intenta disimular su ego, cree que los Comunistas son los portadores de la decencia y la mesura, cuando en realidad y para eso, solo haría falta la mala suerte de que un día tuviera poder para que sus votantes pudieran comprobarlo. A más de un inocentón de baba, de bobo, se le iban a caer los palos del sombrajo. Luego dirían “¿a pero era esto el comunismo?”. Sí imbécil, no era, es, ha sido y será, la gran tumba de la verdad del hombre y de la realidad, un mundo de yupi que no hay por dónde cogerlo porque una vez instaurado ya tienes la manos, las piernas y el cerebro cortado, en poder del amado presidente, de mierda, que elegiste y lo malo, libremente.
¡Cuánto inocentón inculto y desconocedor de la historia hay por ahí!. Eso es, lo que se preguntó al final sobre cultura. La cultura no es lo que te ofrecen los gobiernos de turno, la cultura es lo que tu te buscas en las pinacotecas, en las librerías, en las museos de escultura y otros y que encuentras a tu alrededor con interés, porque la cultura está ahí a tu alrededor.
«Lo que no es cultura es lo que hace la izquierda con sus televisiones, sus actores, sus espectáculos de títeres»
Lo que no es cultura es lo que hace la izquierda con sus televisiones, sus actores, sus espectáculos de títeres, eso que ellos llaman cultura popular que de cultura tiene lo que yo de cura. Bien, al parecer me he desviado del tema porque me llevan los demonios y los políticos mentirosos de izquierda. Sigamos con la derecha. Sí, estuvieron Casado y Rivera más combativos, pero les falto rematar, dejar KO, en la lona a un presidente que lo más agudo que dijo fue la palabra “MENTIRA” y fue aguda pero en patética, por la falta de argumentos, alguien tendría que contar cuantas veces la dijo.
Pero las mal llamadas derechas, porque en realidad son centro político izquierda y derecha, no tuvieron la habilidad rastrera de Pedro para ponerlo en su sitio, éste está más preparado para la pelea sucia, debe venirle de serie. Pero bueno para mi ganaron muchos puntos Rivera y Casado aunque no me habría importado enfrentar a Abascal al mentiroso de Sánchez.
Acabo por no aburrir, porque todo este montaje de debates en parte solo se hace por una cuestión de audiencia. Los anunciantes fueron marcas poderosas, a fin de cuentas empresas y bancos que lejos de la mala prensa que les otorga la izquierda son los que tiran de la economía del país y hacen posible que sus habitantes tengan un empleo y el poco o mucho dinero que hace falta para vivir o sobrevivir.
Si hay que demonizar, demonicemos a países como China que, usando un sistema de mercado libre, compite con los mercados libres de verdad, con ventajismo, mientras mantiene bajo una férrea dictadura a un pueblo que con orejas gachas asume su función de peón mal pagado con poco margen para prosperar a no ser que sea del Politburó. Vamos, como la sociedad que quiere Iglesias.
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