
«El problema en Cataluña es que nadie estará allí para separar a los culpables de los inocentes y las consecuencias las pagarán todos…»
Para dejar las cosas claras; lo de Cataluña no es una revolución es una revuelta. A ver, una revolución es algo planificado, con un objetivo, un modelo alternativo, generalmente unos dirigentes mas o menos conocidos y reconocidos y, sobre todo, no necesariamente violenta y menos contra la población indefensa sino contra las instituciones que se pretenden cambiar.
Lo de Cataluña es una revuelta tumultuaria, llevada a cabo por un lumpen cuya única finalidad es dar rienda suelta a su rabia antisistema, a su afán de destrucción y, en algunos casos (más de uno) a la paga que reciben por crear el caos. No tienen otra ideología ni otro plan que dañar a todos porque su odio es contra todo y contra todos.
Una revuelta no crea nada solo destruye, y esto es lo que han propiciado los discursos incendiarios y el adoctrinamiento en el odio de los separatistas que, como ignorantes que son, desconocen la Historia con mayúsculas; y es que los monstruos siempre acaban “comiéndose” a sus creadores.
El problema en Cataluña es que nadie estará allí para separar a los culpables de los inocentes y las consecuencias las pagarán todos…