
«Cada día nos trae despropósitos nuevos. Parece que vivimos en un universo paralelo o mejor dicho para lelos, que admiten que las administraciones, que están a nuestro servicio, ninguneen a todos»
Cada día nos trae despropósitos nuevos. Parece que vivimos en un universo paralelo o mejor dicho para lelos, que admiten que las administraciones, que están a nuestro servicio, ninguneen a todos los que religiosamente pagan sus impuestos para que algunos, no todos imbéciles y blandengues, no dirijan y no manejen de forma correcta las situaciones que se plantean en nuestras vidas.
Es levantarse, poner cualquier emisora para desayunar tranquilo y sentir como te rodean las acciones, las normas y las leyes que parecen estar totalmente desfasadas o fuera de la realidad por los acontecimientos que se producen. Si hablamos de política, Cataluña, nunca vi tamaña dejación de funciones de los dirigentes que tienen la obligación de defender la unidad de su país, pero también es verdad que nunca vi tampoco, como los defensores de la legalidad y el mantenimiento del orden público y la paz, se esforzaron más que sus superiores en reprimir adecuadamente, con los pocos medios que les permitían defender la legalidad vigente. Si no le gusta a Vicente, que se cambie con la aquiescencia del poder legislativo.
Mientras tanto, el poder judicial, por muy escorado que puedan estar algunos elementos que lo componen, se debe a la legalidad de la Constitución, y el país, que es y esperamos que siga siendo una monarquía parlamentaria le pese al republicano que sea. La república ha sido en España siempre un fracaso, porque en un país en el que es gala ser el más chuleta es imposible que algunos no saquen los pies del tiesto.
«Lo de la corrección política es lo de menos, porque parece que ya se van cayendo del guindo, aquellos torcedores de palabras, los tontos al dictado de repeticiones, que pensaban que los Españoles éramos tontos de baba»
Lo de la corrección política es lo de menos, porque parece que ya se van cayendo del guindo, aquellos torcedores de palabras, los tontos al dictado de repeticiones, que pensaban que los Españoles éramos tontos de baba. Si hablamos de los MENAS que siembran el caos en algunos barrios, en los que sus centros de alojamiento están saturados y hacen que el vecindario acabe hasta la coronilla por robos, agresiones e incluso peleas tumultuarias, por parte de bandas como los Trinitarios o los Dominicans D´ont Play, es imposible decir nada que sea coherente. Es imposible que cualquier día en algunos de estos barrios, no ocurra que se maten entre bandas, como ya ha sucedido, si no que los vecinos hartos ya de tanta majadería institucional, monten un desorden muy gordo en que se produzcan incluso muertos entre la población local sin comerlo ni beberlo. Y lo peor es que habrá que darles toda la razón. Es su país, su ciudad y su barrio y no el de inmigrantes muchas veces delincuentes.
Oigo a una trabajadora de uno de los centros decir que cinco o seis individuos son los conflictivos y que los demás solo han venido aquí a buscarse la vida. ¿Buscarse la vida en un país en el que hay más de tres millones de parados, cuya economía cae en picado y que carece de orden, llegando en algunos casos a ser en forma de revueltas callejeras agresivas, casi de pre guerra civil? No me lo creo, se confunde quién piense que esta gente ha venido a buscar nada mejor, muchos serían más felices en su propio país sin duda. ¿Quiénes les han engañado?, yo se lo digo, el oropel envuelto en música y bonitos coches, televisores, casas y vida familiar educada y confortable de las televisiones que pueden verse en sus países, muchos de los cuales se encuentran en plena edad media.
No es que no tengamos que sentirnos mal por la situación que muchos viven en sus países, pero no podemos luchar contra la propia corrupción de los dirigentes feudales de esos lugares en los que los siervos de la gleba no tienen derecho a nada y lo digo porque lo he vivido en persona en un país ahora ¿tan democrático? como la República Democrática del Congo, que en nada difiere del Zaire antiguo y dictatorial del Mobutu Sese Seco Cucum Nbendo Wasa Banga. No podemos convertir el nuestro en un caos similar al que tienen ellos allí.
«Estamos haciendo de España, poco a poco una dictadura estaliniana, en la cuál tus propios vecinos suministradores y amigos van a poder denunciarte a hacienda si creen que estás distrayendo dinero»
Por otra parte estamos haciendo de España, poco a poco una dictadura estaliniana, en la cuál tus propios vecinos suministradores y amigos van a poder denunciarte a hacienda si creen que estás distrayendo dinero, por ejemplo del IVA. Que podría ser cierto, o una simple forma de vengarse de quién te cae mal. Este tipo de cosas es digno de la más retrógrada URSS la de las denuncias contra los propios padres y amigos que hacían algunas personas para mejorar su vida o por una recompensa. Solo falta ya que los inspectores de hacienda ponga un nombre en euros para la causa. ¿Cómo se va a llamar a eso mil, dos mil, tres mil euros, por vender a tu padre? Luego y frente a dirigentes serios como Trump, frecuentemente ridiculizado por la clac Obamita tanto aquí como en el propio Estados Unidos, la gente clama ¡fascismo! cuando lo único que hace es defender la vida y cultura de su país y de su gente, cosa que por lo visto está muy mal mirado en Europa. Por eso sus dirigentes en general son melindrosos y pacatos cuando hay que resolver de manera sería los problemas de inmigración, de paro y de finanzas sociales.
Pero, insisto, sobre todo de inmigración ilegal, aceptada por un humanismo absurdo y malintencionado, porque la llegada de esta gente está patrocinada por personas con nombres de todos sabidos que pretenden desestabilizar Europa. Estos inmigrante traídos ex profeso acabarán siendo los que invadirán pacíficamente nuestro continente y su fuerte natalidad colaborará en la desculturación de Europa, más cuando los invasores sean mayorías en ayuntamientos y Comunidades y quieran imponer sus leyes y costumbres sociales. No será raro si se trata de inmigrantes musulmanes que quieran imponer su religión, porque se lo manda El Corán. Qué van ustedes a hacer señores gobernantes, bajarse bragas y calzoncillos, por cobardes y dejarse dar por aquel oscuro lugar.
Conmigo no cuenten, no pienso poner mi cuello, mi país, mi cultura y la religión, no la mía que no creo, sino la de mis compatriotas, bajo la gumía de los extranjeros o Bárbaros como los llamaban en la antigua Roma. ¿No están ustedes también hartos de tanta estupidez de políticos a veces enajenados de los que se desconoce cómo han llegado hasta el lugar que ocupan?
«Parafraseando al profanador, no es no. Me niego a que cada día nos traiga nuevos despropósitos»
Yo desde luego si que lo estoy, y esa es una de las razones por las que no pienso votar a un personaje que no parece muy equilibrado en sus aspiraciones y mucho menos a unos anti sistema que se creen en posesión de la verdad absoluta. Mi abuelo era socialista, pero desde entonces ha llovido mucho y se utiliza esta denominación como cobertura benéfica, pero que esconde dirigismo y dictadura suave para poder manejar y guiar la sociedad en beneficio de mentes y personas, que parecen sacadas del propio averno, para chuparnos la sangre, el dinero, la dignidad y la cultura. No, es lo que digo y parafraseando al profanador, no es no. Me niego a que cada día nos traiga nuevos despropósitos.