
«Lo que realmente importa ahora es la Corte de Pedro Primero de España y Quinto de Mora a la que trágicamente conoceremos por sus hechos»
En la Corte de Pedro Primero de España y Quinto de Mora todo es gasto en publicidad y los contratos «full time» a guionistas especializados en desarrollar, cada día, nuevos y poderosos conflictos para tapar al consumido ya en los titulares de los medios de comunicación y así, conseguir atrapar en una telaraña sin solución de continuidad a su audiencia, es decir al pueblo español. De su connivencia con el asesino gobierno de Maduro en Venezuela fundido a negro y nueva secuencia de su participación en el golpe de estado en España. Por corte de plano, de la debilidad con Marruecos a la amenaza a los Estados Unidos con la base de Rota. Y por un encadenado lentito de tres segundos de los impuestos al gasto público de los enchufados.
Se trata de la versión dos cero del manifiesto comunista, una creativa innovación de la revolución marxista puesta al día con el poder de las pantallas y, por tanto y en esencia, la peor de las infamias de la ingeniería política porque sin pudor combina la técnica de la ficción narrativa con la realidad y para ello mezcla los avances del capitalismo con la grosería comunista del partido único dispuesto a todo por conseguir el poder total.
Una trama de laboratorio social para la que estos sacerdotes del gasto público que posan para la historia de la infamia, los falsos profetas de la progresía que utilizan sin rubor para su relato comunista las tres herramientas clásicas de los guionistas de Hollywood: El movimiento hacia adelante, el supense y la anticipación. Y así, nos venden el picnic en la finca de Quintos de Mora que pagamos todos como un sábado de trabajo para combatir la desigualdad social, el machismo y salvación del planeta. Sin interrupciones para la publicidad porque en realidad todo en este gobierno de coalición es publicidad y en su política de derroche no existe otro fundamento que la comercial narración de los hechos en la que, por supuesto la verdad no importa. Porque lo que realmente importa es la Corte de Pedro Primero de España y Quinto de Mora en su televisado gobierno de tele serie al modo de la isla de los traidores o las tentaciones, y al que trágicamente conoceremos por sus hechos cuando seamos capaces de apartarnos de su imagen, falsas palabras y pose publicitaria.
Es la pura verdad. Tapar con fiestas y espectáculos ya lo hacían los Romanos para tener a la plebe contenta. Pan y Circo.