
«Los comunistas, filoterroristas y separatistas no se han hecho esperar en su vómito de protesta a un capitán que recibe una bendición»
Un capitán junto a sus soldados recibe una bendición frente a la Cruz más grande del mundo y se ha convertido en un fascista irredento. Esta fue la bendición: “Que el Señor bendiga y guarde siempre a quienes sirven a la Patria bajo este Banderín. Que el Señor cuide con su providencia a los miembros de esta unidad y a todos los componentes del batallón Uad-Ras y a nuestras Fuerzas Armadas. Que el Señor mire benignamente a España y le conceda la paz con todos los pueblos del mundo”.
Éstas son al parecer las gravísimas palabras pronunciadas por el valiente Capellán y recibidas por el no menos valiente capitán y sus soldados. ¿Qué pecado ha cometido este capitán?
Los comunistas, filoterroristas y separatistas no se han hecho esperar en su repugnante vómito de protesta. Ello me lleva a pensar que esas palabras del Capellán y la sencilla acción de este capitán cobran un valor especial ante una sociedad española aborregada y ayuna de Valores. Una sociedad anestesiada por el profundo relativismo moral que desprecia la vida humana mientras humaniza a animales y plantas, dentro del brutal adoctrinamiento que como alcantarilla reventada inunda la sectaria probática piscina, no de la curación sino de lo a corrupción y adoctrinamiento, en la que sumergen a nuestros niños y jóvenes por parte de unos mesías de la nada, como ofrenda en la agenda de la destrucción de nuestra cultura cristiana, y en favor del materialismo que nos corroe. Y todo difundido y coreado por una banda de desheredados culturales que jamás han dado un palo al agua.