
Hoy Domingo luce el sol. La mayor parte de los Españoles habrán salido de sus ciudades a pasar el día fuera. Es lo lógico, estamos en verano. Más adelante, aparte de los que ya se hayan marchado y vuelvan, otros saldrán de vacaciones. Oí el otro día, creo que en una radio, que muchos una gran mayoría pedirán un crédito a devolver en unos pocos meses para hacerlo. Dichosos ellos que pueden dejarse engañar por la trampa de la tarjeta. Yo pensaba que los gobiernos querían que ahorráramos, para que pudiera haber inversión y trabajo, pero olvidaba que este mensaje no va dirigido a los arrieritos como yo, ni a los currito vacación a plazos, no, este mensaje va dirigido a quienes tienen un buen capital y pueden añadir más a él para hacer empresas.
«No os preocupéis amiguitos, ya se encargaran las entidades financieras de ofreceros dinero a precios muy ventajosos”
No os preocupéis amiguitos, ya se encargaran las entidades financieras de ofreceros dinero a precios “muy ventajosos” para que podáis en los próximos cuatro años amortizarlos alegremente. Lo que no os cuentan es que si de vuestra nómina detraen mes a mes doscientos y pico euros, difícilmente vais a pasar unos tranquilos próximos años. No, no serán tranquilos en absoluto, vais a penar por el dinero que no tendréis para pagar el IBI, el impuesto de circulación, etc.
Pero siendo esto molesto no lo es más que llegar a día quince sin un duro en el banco. Si tienes un solo sueldo pues eso. La única solución es que tu pareja también trabaje y gane una pasta, porque si no os arrastraréis por los riachuelillos de la miseria. Nada, ni una caña mal puesta en el bar cutrelux de la esquina podrás tomar.
Pero curiosamente si pides en el banco que anulen tus tarjetas, se resisten como gato panza arriba. Tened en cuenta que os cobran la comisión anual por tenerlas, treinta y cuatro eurazos cada una. Argumentan, que si las das de baja, luego es difícil que te las vuelvan a dar. Y yo me pregunto ¿es eso verdad?, lo dudo porque por otra parte (deben pensar que nado en la abundancia ) no hacen más que mandarme recaditos sobre si quiero un crédito de treinta mil euros o así y no digamos los de hágase la tarjeta de…
Eso si luego dirán que es que no hay consumo, o que si no se mueve la economía, el mercado no funciona. Recuerdo aquellos felices días en que ibas a un centro comercial, no hablo de hace mucho, cinco años o así, y llenabas un carrito con comida para una familia de cuatro personas y medio mes, por solo cien euros. Ahora tienes que sumar a eso los impuestos, muchos de ellos al veintiuno por ciento y claro el carrito ya no cuesta cien, cuesta ciento veintiuno. Vamos un chollo, pero además a eso le añades que los precios han subido un mucho por ciento y te salen cuentas carrito de casi doscientos euros. Treinta y dos mil “pelas” del ala.
Entonces piensas en que o tú eres idiota y te has quedado colgado en la economía pretérita o que no eres idiota y estas rodeado de chupópteros endiosados y chuletas, porque a mi me parece muy bien que se cree empleo, que la gente quiera salir a hacer el ridículo en los atascos del verano, pero me gustaría poder disfrutar de esa equiparación con Europa también en los salarios y no solo en los pagos. Si fuera joven, me liaría la manta a la cabeza y me marcharía lejos de aquí, como decía Serrat en sus canción.
Pero ya se sabe que, los muertos prejubilados estamos en cautiverio, y no nos dejan salir de este cementerio económico, ni para trabajar en lo que sabemos, que es España para los que somos trabajadores dependientes. Una manera cualquiera de tenerte cogido por las pelotas y que no puedas rechistar. ¿Por qué en Europa pueden pagar mejores sueldos, y aquí no?. No me gustaría que me siguieran vendiendo la moto de la competitividad, porque yo he trabajado, produciendo y bien jornadas de doce y hasta catorce o quince horas, ¿quién tiene mi dinero?.