La gran hipocresía política explica que la gran crisis de RTVE es por la manipulación y me dan ganas de vomitar

 Gran hipocresía la suya
Gran hipocresía la suya

«Cuando veo la gran hipocresía y las imágenes de apoyo a la movilización de determinados líderes sindicales, bien conocidos en Torrespaña y Prado del Rey, me dan ganas de vomitar»

Cuando veo las imágenes de apoyo a la movilización de determinados líderes sindicales, bien conocidos en Torrespaña y Prado del Rey, los mismos que firmaban pactos con la dirección de RTVE para introducir a ‘los suyos’ en las coberturas de eventos -con jugosas dietas- y los mismos que presionaban a directivos para que ascendieran a sus acólitos. O los mismos que organizaron movilizaciones para realizar más contrataciones en una empresa que emplea a 6.300 trabajadores, más del doble que la suma de Atresmedia y Mediaset, me dan ganas de vomitar.

Pero a quién quieren engañar, los que hemos trabajado en esa casa durante décadas, sabemos que los problemas de RTVE son estructurales y van más allá de la línea informativa. Ciertamente, resulta imposible competir en el mercado de los Atresmedia, Mediaset, Netflix y Amazon con unas directrices (Mandato Marco) elaboradas hace más de una década.

La Sexta cuyos dirigentes y asociados convencieron a Zapatero del nombramiento de Carmen Caffarel como directora general de RTVE y que todas sus decisiones favorecerían a sus compañeros de docencia en la URJC, que a su vez eran o fueron máximos dirigentes de Imagina, Globomedia, Mediapro, con hilo directo con el Consejo de Informativos de TVE, a través de Xavier Fortes, que a veces parece más un empleado de Ferreras, que de la propia RTVE, una cadena que no ha dejado de ser el altavoz de la manipulación de RTVE y de la degeneración de la televisión pública.

Ejemplar ejercicio de hipocresía el que se realiza desde este altavoz mediático, que pertenece a un grupo -Atresmedia- que, junto a Mediaset, se benefició de claramente de la decisión de eliminar la publicidad de la radio-televisión pública; y que no ha dudado en aprovechar las muestras de debilidad de la corporación para arrebatarle algunos de sus programas de mayor éxito. Porque una de las claves que explican la gran crisis de RTVE es que la manipulación a la que ha estado expuesta se ha producido dentro de la casa, pero también fuera. Y en esta última parte tienen la culpa los partidos políticos, pero también su competencia. Gran hipocresía la suya. No hay duda de que una televisión pública de calidad daría a los ciudadanos buen refugio en los tiempos revueltos, en los que la intoxicación y los bulos siempre tratan de imponerse y generan peligrosos estados de ansiedad.

Rafael Gómez de Marcos

Enamorado de la vida, reivindico mi infancia, mi verdadera patria, tres pilares, El Capitán Trueno, The Beatles y Joan Manuel Serrat, me fascina la ópera, me encanta bailar bachata y considero que decir cine americano es una redundancia. TVE no vio en mí ningún talento tras más de treinta años de servicios, Talento que me concedió la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión en reconocimiento a mi trayectoria profesional. Nunca he estado afiliado a ningún sindicato y jamás he militado en ningún partido. Mi cita de bandera es una frase de José Ortega y Gasset: "Ser de la izquierda es, como ser la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral".

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