
«Los jóvenes. No todos, pero si muchos piensan que el comunismo está muy bien. No me extraña nada»
Los jóvenes. No todos, pero si muchos piensan que el comunismo está muy bien. No me extraña nada. Llevamos ya más de setenta años aproximadamente, desde que acabó la segunda guerra mundial tratando esta doctrina, sobre todo en Europa como una utopía cultural e histórica. Nada más alejado de la verdad, como todos sabemos. Pero no así los menores de cuarenta años, porque fueron educados en la escuela de la democracia con sus legislaciones socialistas, que en España siempre han tenido un sesgo muy pre comunista. Haciendo salvedad de los millones de socialdemócratas que existen en España y que no lo son en absoluto.
Lamentablemente todos los seres humanos han pasado por la fase adolescente y juvenil pensando de alguna manera en dictaduras, generalmente Comunistas como solución beatífica a los males de la desigualdad mundial. Algunos de los pensadores liberales de después de la guerra salieron en un principio del pensamiento de ultra izquierda. Esto era del todo innecesario, pero cuando uno no está formado del todo y no tiene argumentos de defensa de la sociedad y de la forma de gobierno en Democracia, tira siempre al monte por inocencia.
«Muchos que habían dedicado su vida al comunismo, ¿cómo podían romper ahora con sus veinte o treinta años de error vital?»
Supieron los Comunistas de detrás del telón de acero vender sus facinerosas teorías, después de la guerra mundial, porque no había nada peor que los derrotados Nazis y ellos siempre estuvieron del lado de occidente que no de la libertad, mientras duró la guerra. ¿Cómo iban los aliados a decir cosas nefastas de lo que pasaba y había pasado en la URRS? Imposible, había que defenderse de la vergüenza de haber sido ayudados por otra brutal y sangrienta dictadura contra el asesino Hitler. Pero todo eso, que estaba oculto bajo el telón de acero, acabó cayendo cuando los dirigentes Comunistas de la RDA se vieron desbordados y el muro calló. Muro que era realmente un símbolo del Telón de acero.
El problema que surgió después es uno sicológico que se llama disonancia cognitiva. Muchos que habían dedicado su vida al comunismo, ¿cómo podían romper ahora con sus veinte o treinta años de error vital? Como recurso les quedaba el sostenerla y no enmendarla y por eso redoblaron sus ritornelos estúpidos y falsos, muchos a sabiendas, frente a las nuevas generaciones que no habían vivido la guerra mundial y que solo querían la paz a cualquier precio. Al final, muchos de entre ellos volvieron a creer ciegamente en su estado paraíso Comunista, lo que dio alas a los dirigentes de la NOMENKLATURA para seguir manteniendo el régimen más tiempo.
«No estaría de más que los horrores de las dictaduras comunistas fueran también enseñados en las escuelas e institutos, aunque solo sea como aviso a navegantes»
La cola de perjudicados por cárcel, tortura, asesinato o deportación, parecían no importarles nada a estos adalides de la posverdad, suele ser habitual en ellos porque el Estado está por encima de los individuos. Pero lo peor de todo esto, con ser lo anterior, no fue esto. Lo peor es que se permitiera que se expandiera la ideología por muchos otros países, la mayor parte de ellos con poblaciones casi totalmente incultas y desinformadas. El único país que realmente trabajó para evitarlo como casi siempre fue Estados Unidos de América. A pesar de ser denostado y ridiculizado, les debemos en gran parte no haber sido devorados por la máquina de hacer imbéciles esclavos de la peor dictadura de la historia de la humanidad. Se pueden contar milongas y también cantarlas, porque aunque los Nazis mataron a más de seis millones de personas, los comunistas lo han hecho con más de 100 millones de ellas, llegando algunos datos a dar la cifra de casi 300 millones de muertos.
Estos hechos que expongo aquí, en parte son también una acusación en mi contra en la época juvenil en la que estuve a veces muy claramente alineado con las ideologías ultras y en cierta manera pude defender a veces las dictaduras como políticas buenas para conseguir un sociedad mejor. Con el tiempo y bastante pronto quedé absolutamente curado. Estaba muy equivocado, como el resto de jóvenes, que sin haber tenido la experiencia de la vida, lo que cuesta llegar a tener tu lugar en la sociedad y tener que defender lo tuyo, y a los tuyos, no podían pensar de otro modo. Por eso frente a la cara dura de esa sociedad de individuos que quieren vivir de la vida muelle, que el Estado me lo de todo, a cierta edad ya no tiene disculpa. Véase el cambio de Pablo Iglesias e Irene Montero ante la perspectiva de la paternidad. Aburguesamiento no es la palabra, caída en la realidad es lo aplicable. También está claro que muchos jóvenes después de la dictadura han sido educados en el socialismo más rancio de los socialismos como lo fue el del PSOE con Zapatero. Tenemos que ir siempre en pos de la Libertad y de los Estados de Derecho. No estaría de más que los horrores de las dictaduras comunistas fueran también enseñados en las escuelas e institutos, aunque solo sea como aviso a navegantes.
‘en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid’ no hace falta seguir leyendo al ver esto xD pero bueno a llorar a casa no hace falta que llores en tu blog
Perdóname que ni siquiera conteste a quién no tiene huevos ni para poner su nombre. No se que te crees que es el colegio del Pilar, pero por el comentario no mereces ni que se te tenga en cuenta.