Después de los Visigodos y visigodas tendrán que citar a los almorávides y almorávidas, los almohades y claro… las almohadas… ¿no?
Visigodos y visigodas: ¡Definitivo, no cabe un tonto más! . Por José Crespo

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Después de los Visigodos y visigodas tendrán que citar a los almorávides y almorávidas, los almohades y claro… las almohadas… ¿no?
Alguien me dijo una vez que hay quién nace con estrella y hay quien nace estrellado. Y curiosamente no depende del nivel monetario de la familia, ni del nivel intelectual del sujeto
e escribo estas líneas mi querida profesora en el día internacional de la docencia, por el que fácilmente apostamos todos por considerarlo como vital para el ser humano
Responde a las cinco preguntas y alza tu cabeza y grita, no sin mis principios, no en vuestro nombre piltrafas del pensamiento
Apelar a la opinión pública de la mayoría, por muy mayoritaria que sea, para justificar que algo es cierto, lo correcto, lo más conveniente, es una falacia
La Universidad Rey Juan Carlos ya está en el filo de la duda para la opinión pública e ilumina el basurero en el que se encuentran los estudios universitarios en España
El sistema educativo catalán y cada una de sus aulas están controlados por el entorno independentista
De respeto a la diversidad, a la igualdad y menos a la libertad, nada de nada. Esto es perversión de menores en toda regla… ¡Así de claro!…
RTVE apuesta por un país revuelto entre diferentes Estadillos Autónomos con gobernantitos de tribus indias alegremente coronadas con el plumaje de la guerra tribal separatista
«Mi amigo Rodolfo me recuerda que la subjetividad ideológica debería erradicarse de todos los oficios, hasta en el de político y sobre todo …
Madrid, doce y media de la mañana. Barrio de las Letras en la esquina de la calle León con la de Cervantes, en el mentidero histórico de los comediantes. Justo enfrente del edificio que ostenta la placa conmemorativa de la imagen. Un profesor de entre treinta y treinta y cinco años pronuncia una clase magistral ante un grupo de unos veinte jóvenes de entre trece y catorce años.
La Educación ha perdido la “E” mayúscula tras una política educativa nefasta y permisiva, incrementada como consecuencia de transferir esa competencia -la más importante que debe cuidar un Estado-, porque en una buena Educación está el futuro de un país que se precie
Cuándo comprenderemos que la única vía para abandonar la mediocridad solo está en el estudio, el esfuerzo y el trabajo personal de cada uno
No es bueno un país en el que los medios de comunicación, casi en su totalidad, están al servicio de las mentes laxas y planas por mor a la corrección política