Ya nada me sorprende de este Madrid del cambio.
Ceniceros para saber quién ganara la Copa de Europa.
Un huerto en la terraza del Palacio de Correos.
Bicicletas cruzando entre los peatones en las aceras.
Personajes de dibujos animados en plena Puerta del Sol a puñetazo limpio.
Colas interminables y entrando con numeración en un Gran Almacen en plena Gran Vía e incluso cortando el carril bus para que puedan transitar los peatones.
Y por supuesto, los atascos diarios gracias a que no hay servicio de agentes municipales hasta las 9:00 horas de la mañana.
Madrid, Madrid, Madrid, pedazo de La España en que nací, ………
Hasta las vacas, como la de esta foto, salen a la Gran Vía a ver lo que está ocurriendo, sin ni siquiera mover el cencerro.
En fin, me cuesta adaptarme a tanto cambio en la capital.