José Crespo 
«El gran problema es que la película del PP debería haber acabado hace mucho tiempo… Me refiero al Silencio de los corderos patrios»
Creo que no se puede albergar duda sobre mi antipatía hacia Rajoy y su equipo de patriotas pues dejé claro que desde el episodio de los los sms debería haberse marchado. Pero que venga toda esta panda de corruptos a dar ejemplo me subleva. Me subleva y me enciende que desde la amenaza del capo Pujol con tirar de la manta la causa no avance. Que Ciudadanos clame en Madrid y calle en Andalucía. Que la Pesoe quiera hacer limpieza y lo diga sin pestañear, más propio del criminal en serie de Fargo, cuando es el partido más corrupto de la historia reciente de España es algo que clama al cielo.
Que en España se siga gobernando a capricho de separatistas sin acuerdo de partidos nacionales y con una ley electoral de mierda es para mear y no echar gota. En cuanto a la partida política (no partido, sino partida… de bandoleros) de «podemos de villa tinaja» con Pabla e Ireno consultando a las bases sobre su chocita con sus gruppies, una manada repleta de condenados, no son ningún ejemplo de virtudes ni garantía para regenerar nada. El gran problema es que la película del PP debería haber acabado hace mucho tiempo… Me refiero al Silencio de los corderos patrios.
Es bastante sencillo. Habemos personas y hay gente.
La idiosincracia de la gente carece del más mínimo sentido ético, por ende no tiene caso hablar de moral.
Mientras las personas asumimos la dualidad humana y aplicamos la norma ética de primar lo positivo y minimizar lo negativo, la gente asume que el ser humano es intrínsecamente malo.
Luchar contra casi 40 años de bazofia populista televisiva es una labor gigantesca.
Los siniestros en su conjunto no tienen prisa y, en caso necesario, recurren a métodos expeditivos sin limitaciones. No en vano declaran abiertamente que el fin justifica los medios.
No digo que sea irremediable, sólo que la dejación de la labor pedagógica éticamente admisible sigue ausente de nuestras aulas desde la más tierna infancia. Mientras esto siga así la batalla está perdida.
Un saludo.