Si llegamos usted y yo a verlo, le garantizo que será mucho peor, porque no nos damos cuenta ni siquiera hoy en día de lo esclavos que ya somos
No nos damos cuenta de lo esclavos que ya somos. Por Rodolfo Arévalo

www.lapaseata.net
Si llegamos usted y yo a verlo, le garantizo que será mucho peor, porque no nos damos cuenta ni siquiera hoy en día de lo esclavos que ya somos
El mundo de Esclavos que se avecina puede ser de novela de terror, porque no nos daremos cuenta de que lo somos
Es la felicidad, todos bobos, todos aguantando por miedo y todos jodidos ¿o NO? A mi no me lo parece, por eso no me callo ni me callaré nunca
Cuando en Estados Unidos de América, se monta el circo que se ha montado, en concreto en Washington, es que en general el mundo entero va, con perdón, de culo y cuesta abajo
Se preguntan en Twitter si la tercera guerra mundial está cercana. La respuesta es clara, no, la tercera guerra mundial empezó hace años
Sí, profesionales son, pero de la mentira y de la estafa, con el agravante de venderse como defensores de los más desfavorecidos
Los nuevos esclavos se encuentran por todas partes, por todo el mundo, no es que estemos rodeados, estamos atacados, como en una pandemia universal
Pero ¿qué mierda le está pasando a una parte muy importante de los seres humanos que en España aceptan su esclavitud?
Sí, señores el mundo que describo en mi novela Esclavo Siglo XXI, se va aproximando a marchas forzadas a la realidad
Mi voz es lo escrito, lo que me parece de justicia que los lectores puedan querer compartir con otras personas de la misma forma o parecida de pensar
Esclavo siglo XXI es una novela tan dura como necesaria. De un realismo áspero y doloroso, tal como es la realidad
Toda esta imposición de un buenismo atontador y de desculturación en la enseñanza, no tiene otro fin que mantener al pueblo anestesiado
Me gustaría dar un aviso para incautos al pensar que la suciedad de las ciudades, esta fuera en las calles. Y no en la perdida de valores que nos rodea
Muchos evalúan éste estado de derecho no como una manera de regir el país para convivir, sino como arrebato buenista de cabezonerías